Claroscuro industrial

El considerable esfuerzo realizado por el Gobierno y la sociedad vasca para introducir las nuevas tecnologías y sustituir empresas obsoletas por sociedades de alto nivel tecnológico contrasta con la carencia de obras de infraestructura básicas. La conexión con la cornisa cantábrica por tren y carretera, la Y vasca ferroviaria que ha de unir las tres capitales históricas, el enlace que debería unir Bilbao con la red de ferrocarriles franceses con ancho europeo, la autovía Navarra-Guipúzcoa y la ampliación del puerto y el aeropuerto de Bilbao son algunas de estas necesidades.

Las ayudas concedidas por el Gobierno vasco a Investigación y Desarrollo (I+D), que apenas superaron los 1.100 millones de pesetas entre 1982 y 1984, se elevaron a 7.500 millones entre 1985 y 1989. Estas ayudas han generado unas inversiones en esta materia que se acercaron a 18.000 millones el pasado año y sumaron 12.000 millones entre 1982 y 1984 y 58.000 millones entre 1985 y 1989.El sector de la máquina herramienta es uno de los más representativos de esta renovación tecnológica. De ser un sector obsoleto y en crisis ha pasado a ser uno de los motores económicos de la comunidad. El 60% de estas empresas, con gran predominio en Guipúzcoa, han incorporado a sus productos el control numérico, que permite el ajuste por ordenador para fabricar piezas de forma automática. "Quien produce productos de calidad no entrará en crisis", afirma Ángel Garay, presidente del Centro Industrial y Mercantil de Vizcaya.

"La tecnología ha de resolver la crisis a largo plazo de este país. No hay otra alternativa", advierte el consejero de Industria, Ricardo González-Orús. "En estos momentos hay 300 empresas vascas que reciben ayudas para ello. Pero después de un periodo de ayudas indiscriminadas, que perseguían el desarrollo de centros de I+D en las empresas, ahora nos hemos concentrado en tres áreas que nos parecen básicas: la tecnología de materiales, de la información y de la fabricación".

El Parque Tecnológico de Zamudio es una herramienta fundamental para difundir las nuevas tecnologías en Euskadi. El Gobierno vasco ha optado por enclavar en el Parque sociedades de nivel tecnológico medio, adecuado al tipo de tejido industrialdel país, huyendo de los proyectos de muy alta tecnología e innovación.

Pero el Parque no es el único ejemplo de renovación. La cooperativa de Mondragón (Guipúzcoa), y muy específicamente Fagor, es uno de los más importantes exponentes de la renovación tecnológica y productiva de Euskadi. Junto a Mondragón hay que citar las inversiones de ITP (Rolls Royce) en Zamudio, que introducirá la industria aeronáutica con una fábrica de motores.

Cultura informática

La Sociedad para la Promoción y Reconversión Industrial (SPRI) ha puesto en marcha el programa IMI (Incorporación de la Microelectrónica a la Industria), por el que han pasado más de 80.000 personas, una de cada doce personas activas, en un intento por divulgar la informática. Al mismo tiempo, 1.500 empresas son usuarias de lo que Roberto Velasco, director general de SPRI, considera "la primera red telemática de España", conectada al Minitel francés.

Pero no todo son rosas en la renovación. La falta de algunas infraestructuras puede estrangular el desarrollo del país. Y para Ángel Garay, Madrid no es ajeno a este problema. "La inversión del Gobierno del Estado en cualquier parte de España es superior a la que realiza en el norte", denuncia el empresario vizcaíno. "No tiene justificación que no tengamos ancho de vía europeo en Bilbao, a 120 kilómetros de la frontera francesa. O que no lo tenga Barcelona. Lo que no es lógico es que se haga un tren de alta velocidad de Madrid a Sevilla. Si Sevilla estuviera junto a la frontera francesa sí tendría algún sentido", sentencia.