España pide ayudas a la CE para apoyar el ingreso agrícola de la antigua RDA

, España solicitó ayer a la Comunidad Europea, en el Consejo de Ministros de Agricultura celebrado en Luxemburgo, compensaciones para levantar su reserva a las condiciones fijadas para la incorporación de la agricultura de la antigua RDA. La Comisión Europea está dispuesta a contemplar ciertas compensaciones a las explotaciones españolas de cítricos y vino, pero no a adelantar la plena integración de las frutas y hortalizas españolas a 1993. El plazo transitorio para estos productos termina a finales de 1995.

Por otra parte, los Doce debatieron ayer el aumento de ayudas al consumo de aceite de oliva, que a pesar de su cuantía no podrán evitar que la soja y el girasol ganen cuotas de mercado por el fin de la protección nacional contra estos aceites alternativos."La Comisión Europea y la propia RFA tienen una cierta idea de que España tiene unos problemas específicos y de que sus reservas [a las condiciones fijadas para el territorio de Alemania del Este] no son para pretender aprovecharse de una situación, sino porque existen situaciones objetivas en las que se produce un empeoramiento", afirma un documento manejado por la delegación española.

Hasta ahora, la posición española era la de defender ciertas mejoras, pero no por la vía de oponerse políticamente a los efectos de la unificación alemana en su plena integración.

Competencia

Los perjuicios para la agricultura española se localizan en unas exportaciones de 200.000 hectólitros de vino blanco, que podían competir en condiciones de igualdad en el mercado de la antigua RDA. Después de la unificación, esas partidas se verán perjudicadas por el diferencial de montante regulador y del arancel que penalizan a los productos españoles.

En frutas y hortalizas la discriminación proviene por las ventajas que la prima de penetración y el arancel que sufre España le dan a los agrios procedentes de Italia y Grecia. La Comisión Europea se niega a establecer contingentes con tratamiento favorable para las exportaciones españolas al territorio de Alemania del Este.

El ministro de Agricultura español, Carlos Romero, pide a cambio la reducción de aranceles, la aprobación de un reglamento comunitario que garantice que el precio de las frutas y hortalizas españolas no subirá, y Ia reducción significativa de la lista de productos hortofrutícolas" sometidos a las trabas de los mecanismos complementarios de intercambios.

Aunque la delegación alemana afirmó ayer que el tema agrícola de la RDA estaba zanjado, la aprobación definitiva se aplaza a un próximo Consejo de Agricultura. La Comisión Europea reconoció que las negociaciones bilaterales continuarán hasta perfilar un acuerdo.Aparte de España, Francia y otros países plantean reservas con respecto a ciertas cuotas "generosas" concedidas a la antigua Alemania del Este.

La decisión sobre el aceite de oliva, de vital importancia para España y Portugal, deberá esperar también a una próxima reunión. En 1991 finaliza el stand still (defensa de la situación existente) fijado en el Tratado de Adhesión para los productos competidores, como el girasol y la soja.

La consecuencia será que bajarán de precio para el consumidor, a pesar de que las ayudas comunitarias a los productores subirán.

Para evitar una caída de las ventas del aceite de oliva, la Comisión Europea plantea una ayuda al consumo de 40 ecus (más de 5.000 pesetas) por cada 100 kilos. Ese incremento compensaría con notable ventaja los 10,2 ecus de subida por aproximación de precios para la próxima campaña. España pide que la ayuda debe ascender a 49 ecus por cada 100 kilos.

Aparte, plantea que la noción de pequeño productor acoja a quienes cosechan hasta 600 kilogramos al año, en lugar de los 400 kilos de límite actual. De esta manera, un 10% más de los productores de aceite de oliva se beneficiarían de la prima de tres ecus por cada 100 kilos cosechados. España y Portugal solicitan una mejora de estas subvenciones, puesto que la penalización M 3% en el precio de intervención representa el doble de esa ayuda directa.

Consumo de aceite

El problema para España, principal país productor, es que la mayor competitividad que disfrutarán el girasol y la colza harán insuficientes las compensaciones pensadas para defender el consumo de aceite de oliva.

Los cálculos de la propia Comisión Europea son que la desventaja de precio para el aceite de oliva, actualmente de un dos a uno, se agrandará hasta el triple con respecto al girasol. El desfase frente a la soja se situará en un 3,5 a uno.