El Gobierno libanés se niega a permitir que Aún se asile en Francia

El general Michel Aún continuaba ayer bajo la protección de la Embajada francesa en Beirut, tras la decisión del Gobierno de Elías Haraui de poner su caso en manos de la justicia libanesa. Aun así, las tropas sirias que se han desplegado en el sector que controlaba Aún levantaron su dispositivo en torno a la misión diplomática gala. Haraui, que en un principio parecía dispuesto a permitir la salida del militar, al que Francia ha concedido asilo político, ha optado por seguir los consejos de sus ministros de Justicia e Interior, que cuestionan su derecho a abandonar el país.

"Para que se conceda asilo político es necesario que el crimen sea político", ha asegurado el titular de Justicia, Edmond Risk. "Ahora bien, el general Aún está requerido por crímenes de derecho común y ya ha sido procesado por desvío de fondos públicos. Es la justicia la que tiene que decidir si puede o no salir de Líbano", insiste Risk. En una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros, el gobierno libanés encargó anteanoche a Risk que examine el caso de Aún, "para adoptar una posición acorde con el derecho libanés e internacional".El Ministerio de Finanzas prepara ya un dosier sobre los "desvíos de fondos" de que el Gobierno acusa al general Aún. La intención de su procesamiento sería, más que encarcelarle -cosa difícil mientras cuente con la protección de Francia-, no dejarle partir hasta que se haya convertido en un cadáver político. Michel Aún se refugió en la Embajada francesa, en el sector cristiano de Beirut, el pasado sábado, tras haber abandonado el palacio presidencial de Baabda, cuando era objeto de un ataque aéreo de la aviación siria.

Dos aviones franceses se encuentran en Chipre, al parecer preparados para una eventual evacuación del militar libanés. Francia debe obtenerpara ello el permiso de las autoridades libanesas. "Por supuesto, respetamos la inmunidad diplomática de la cancillería francesa, pero él general Aún no puede abandonar el territorio libanés sin nuestro acuerdo", afirmó Risk.

Por su parte, el ministro de Obras Públicas y líder de la comunidad drusa, Walid Jumblat, solicitó ayer en conferencia de prensa, que Aún sea juzgado por "un tribunal militar libano-sirio". Jumblat explicó su petición porque, según dijo, no tiene confianza en la justicia libanesa. El excéntrico político libanés, que hace apenas una semana se oponía al bloqueo y la acción militar de su Gobierno contra el feudo de Aún, se declaró dispuesto a testimoniar ante ese eventual tribunal mixto. Además, Jumblat pidió el despliegue sirio en la zona controlada por la milicia de las Fuerzas Libanesas, "antes de que extiendan su control hasta Baabda".

Los soldados de Damasco tomaron ayer posiciones en el hasta ahora feudo de Aún, un tercio del llamado enclave cristiano, una zona de la que fueron expulsados hace 12 años tras enfrentarse con las milicias cristianas. Tras los combates que se prolongaron hasta la tarde del sábado, las tropas sirias y el Ejército libanés leal a Haraui lograron ayer mantener el orden. Vehículos equipados con altavoces continuaron recorriendo la región del Meten para pedir la rendición de los últimos soldados leales a Aún, e invitar a la población a salir de sus escondrijos.

Con ta extensión al Meten de la autoridad de Haraui, esta región vió levantarse ayer el bloqueo a que estaba sometida. Los siete puntos de paso con el resto del país fueron reabiertos.

Medio centenar de libaneses ocupaban ayer la embajada de su país en Paris, para expresar su solidaridad con el general Míchel Aún, informa Javier Valenzuela. Los ocupantes, cristianos y musulmanes refugiados en Francia manifestaron su intención de no abandonar la sede diplomática hasta que el derrotado general nacionalista fuera autorizado a salir de Beirut por el Gobierno prosirio. Un portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores confirmó que Francia sigue "negociando" la salida de Aún.