Torres: "Aguardamos buenas noticias la semana próxima"
El magistrado Juan Miguel Torres, rehén de Sádam Husein desde hace 66 días, está convencido de que "la semana próxima habrá buenas noticias". "No sé lo que está haciendo por nosotros nuestro Ministerio de Exteriores, pero es evidente que quien está moviendo todo es Cristina Almeida y el grupo que la acompaña, porque hasta ahora estábamos aquí casi olvidados", declaró a EL PAÍS desde la casa del secretario de la Embajada española en Bagdad, Marcos Vega dónde reside junto con otros tres rehenes españoles, entre ellos el letrado Carlos Uribe Ubago."Ésto es desesperante, porque estamos sin nada que hacer. Hemos pasado por todas las fases depresivas. Ahora estamos más anirnados". El total de rehenes españoles asciende a 15. Están distribuidos entre la residencia del embajador, Juan López Chicheri, y las de los demás funcionarios de la legación.
Torres añade: "No estamos encerrados todo el día. Salimos a la calle y paseamos por Bagdad. No hay ningún problema. La ciudad está en calma y todo funciona con normalidad, aunque se ven en la calle abundantes policías y soldados. Quizá esto sea natural en una ciudad acostumbrada a la guerra". Se mantienen en contacto con los rehenes extranjeros, en particular con los 350 italianos que se encuentran retenidos en el hotel Babilonia. La mayor parte de los otros rehenes occidentales están alojados también en hoteles. Alrededor de un millar están desaparecidos, presumiblemente trasladados a instalaciones militares y lugares estratégicos para ser utilizados como escudo humano en caso de guerra.
Torres asegura que no temen por su seguridad, al menos por ahora. No se ha producido ningún incidente en la. calle con ninguno de ellos. En cuanto a las provisiones, todavía tienen comida. "El único problema es el calor. Hace mucho calor".
Los rehenes están soliviantados y consideran que la labor realizada por el Gobierno español para conseguir su liberación no es efectiva. "Comprendemos", dice, "que, después de enviar al Golfo una fragata y dos corbetas, el Gobierno no sea el más indicado para negociar con el Gobierno iraquí". Y añade: "Aquí ignoramos lo que está haciendo Exteriores, pero está claro que sólo las iniciativas privadas han tenido éxito". Consideran que Exteriores ha tirado la toalla. "Lo único que está resultando es la gestión de Cristina Almeida. Ella y su grupo han venido invitados por una asociación de paz y amistad iraquí".Sobre la entrevista mantenida el jueves entre las familias y Francisco Fernández Ordóñez, dice que en ella estuvo su hermana y nadie salió contento. "No digo que la presión de las familias, de los amigos y de las organizaciones privadas sea la panacea para liberarnos, pero hasta ahora es lo único que ha funcionado, tanto en nuestro caso como en el de otros rehenes extranjeros".
La delegación española llegó a Bagdad el jueves, y lo primero que hizo fue contactar con los rehenes. Está integrada por Cristina Almeida, diputada de Izquierda Unida; Ignacio Montejo, abogado del despacho de Almeida; Eugenio Sánchez, de la Asociación Pro Derechos Humanos de España (APDH), y Gustavo Villapalos, rector de la Universidad Complutense de Madrid y presidente de la Comisión de Derechos Humanos en la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE).
El mismojueves se entrevistaron con el portavoz del ministro iraquí de Información, con el ministro de Asuntos Islámicos, Abdulah Fadel, quien se comprometió a hacer llegar un mensaje a Sadam Husein, y con el presidente de la Asociación de Amistad, Paz y Solidaridad con Irak (gubernamental), Adnan Dawud Salman.La delegación española aprovechó ayer para visitar las ruinas de Babilonia, situadas a 130 kilómetros al sur de Bagdad, y tenía previsto conversar con el ministro de Asuntos Exteriores, Tarek Aziz. La delegación espera ser recibida hoy o mañana por Sadam Husein, y de'ese encuentro los rehenes confían que salga algo positivo para ellos.
El rector Villapalos dijo ayer desde Bagdad: "Después de las reuniones y contactos de ayer [jueves], en los que se habló de la posibilidad de organizar un acto protocolario con el presidente Sadam Husein y de los detalles de cómo debería discurrir, creo que si ha sido organizado un acto de ese tipo es porque van a permitir la liberación de todos o algunos de los rehenes". Sobre su situación, aseguró: "Aunque están fisicamente bien y magníficamente atendidos por la Embajada española, a algunos de ellos no les encontré bien psicológicamente".
De los 15 rehenes españoles, cinco fueron sorprendidos por la invasión iraquí cuando hacían una escala en Kuwait; tres trabajaban temporalmente en el emirato; dos residían allí; cuatro vivían en Irak, y el último rehén incorporado al grupo, el diplomático Juan José Buitrago, desempeñaba en Kuwait el puesto de encargado de negocios de España.
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