Aquino asegura que la nueva intentona militar en Filipinas está condenada al fracaso
La presidenta de Filipinas, Corazón Aquino, ha calificado de "aventura condenada al fracaso" la insurrección militar separatista que estalló a primera hora de la madrugada de ayer en Mindanao, la segunda isla más grande del país.
La rebelión no había tenido hasta ayer eco en el resto del archipiélago, pero el Ejército fue puesto en estado de alerta. El levantamiento ocurrio en un cuartel de la localidad de Butuan, a más de 1.500 kilómetros al sureste de Manila, y el cabecilla fue el coronel Alexander Noble, un ex alto mando de la guardia presidencial implicado en el golpe de Estado de diciembre del año pasado. El Gobierno ha dado escasa información sobre la magnitud del suceso, pero fuentes no oficiales indican que el coronel Noble cuenta con el apoyo de al menos dos centenares de soldados y de un número indeterminado de civiles armados.Aquino, que ha sobrevivido hasta ahora a seis golpes de Estado desde que asumió la presidencia hace cinco años, apareció ayer por dos veces en televisión para condenar a los rebeldes, que definió como "aventureros" condenados al fracaso, al tiempo que pidió el respaldo de toda la nación para defender la frágil democracia. El ministro de Defensa, Fidel Ramos, acortó una visita oficial a Corea del Sur y regresó a Manila para tomar el mando de las Fuerzas Armadas, que han sido puestas en estado de alerta. Ningún extraño movimiento de tropas se registró en Manila.
No ha habido por el momento reacciones de los dirigentes más destacados del movimiento de militares que desde la clandestinidad anuncian repetidamente en los últimos meses planes para realizar un golpe de Estado contra la presidenta Aquino. El Gobierno de Estados Unidos emitió un comunicado oficial condenando firmemente la nueva intentona.
