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Entrevista:

"Yo soy esa' me ha venido bien para romper el encierro"

Como en los tiempos gloriosos del cine español, la Gran Vía madrileña se llenó anoche de trajes de gala para el estreno de la película más esperada de la temporada: Yo soy esa, protagonizada por la popular tonadillera Isabel Pantoja. Con una première a beneficio de la Fundación Reina Sofía, se exhibió en Madrid y, desde hoy, ya en toda España. El debú cinematográfico de Isabel Pantoja, en una película donde canta 12 canciones, luce 22 vestidos -uno de ellos, de novia-, ha estado rodeado de morbosa expectación.

Un mito amenazaba con derrumbarse tras el primer y apasionado beso de José Coronado, el galán de la ficción, a la hasta ahora viuda de España, que en este filme se nos presenta más bien como irresistible objeto de deseo y hasta podría haberse titulado Un tranvía llamado Pantoja. "He tenido la suerte de que esta película me ha venido muy bien para romper el encierro en que estaba, porque estaba completamente cerrada a todo, y Yo soy esa me ha venido como, Uhhhhh, para abrirme completamente", afirmaba ayer por la tarde Isabel Pantoja a este periódico.

Pregunta. ¿Cómo se siente con una película, como se decía antes, al servicio de una estrella?

Respuesta. Bastante nerviosa, porque es un paso decisivo en mi carrera, pero, al mismo tiempo, muy tranquila, porque lo que he hecho ha sido no sólo labor mía, sino también de un director. He hecho la película sin creerme que soy una gran actriz.

P. Parece evidente que no ha hecho la película por un factor económico. ¿Por qué la ha hecho?

R. Porque me ilusionó muchísimo. Yo no me quería morir (es un decir, aunque pienso que si Dios quiere no me voy a morir muy pronto), vamos, que yo no quería retirarme sin haber hecho una película.

P. ¿Pero ya pensaba usted en retirarse?

R. Pues no lo sé. Tienes tus pensamientos y tus cositas. Pero no. Tan pronto, no. ¡Y ahora menos!, porque pienso que ésta es la película que yo tenía que hacer.

P. ¿Recibió antes otras propuestas?

R. Sí, sobre todo recuerdo la de Pedro Masó para hacer La Coquito, pero por las escenas de desnudos que tenía la rechacé. Hubo también otra que se iba llamar La estrella y sus plumeros, pero yo -era hace 14 años- no pensaba en otra cosa que en ganar dinero para mí y mi, familia.

P. ¿Qué condiciones puso para aceptar rodar Yo soy esa?

R. Cuando Víctor Manuel me propuso la idea de hacer una película me gustó y no puse ninguna condición, porque todavía no teníamos guión.

P. Durante varios años se ha convertido, o la han convertido los medios de comunicación, en algo así como la viuda de España. Ahora, la película va a romper esa imagen y, a lo mejor, se puede convertir usted en la novia de España. ¿Ha sido consciente de ello al rodar la película?

R. Yo nunca me he sentido la viuda de España. Sí me he sentido la viuda de mi marido, de Francisco Rivera, y he tratado por todos los medios de que ese titular se quitara en algún momento. Además, cada vez que me lo nombran no me gusta, porque España no ha muerto. Pero sí te voy a decir que el tiempo lo cura todo, aunque no se olvida nunca.

P. La película reúne de todo: aparece vestida con traje de novia, entre otros. Tiene un galán guapísimo, que la besa y hasta la magrea...

R. (Risas.) No, no me magrea. Yo le digo: "Estate quietecito", y le separo. No me magrea, me admira.

P. Bien, admirada, vale. ¿Pero usted es consciente del morbo que puede desatar la película?

R. Sí, por supuesto que soy consciente del morbo. Pero ahí soy una actriz.

P. Una pregunta manida. ¿De verdad usa la talla 36?

R. Ji, ji, ji. Sí, de verdad. Y cada vez voy a menos porque al día siguiente de rodar el último plano empezaba mis galas y, he aguantado hasta 32 recitales, pero el resto he tenido que suspenderlos y aplazar la gira de América hasta enero, porque no podía más de cansancio.

P. Respecto a José Coronado, ¡no teme que les hagan novios!

R. Él es un gran actor, una bellísima persona y me ha ayudado mucho.

P. ¿Usted participó en la elección del galán para la película?

R. Participamos todos, y sé que en un principio se habló de Imanol Arias, pero él tenía compromisos. Luego se pensó en un actor italiano y, finalmente, nos pareció muy bien José Coronado.

P. Ya famosa como cantante, hoy empieza como actriz. ¿Hasta dónde quiere llegar en el cine? ¿Cuál sería el límite?

R. No sé, creo que estudiando y con un buen director me atrevería a hacer una película sin cantar. Lo único que no haría es desnudarme, porque, aunque lo respeto en otros, no es lo mío.

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