Sólo un 18% de españoles ve bien la economía y la política
EL PSOE pierde tres puntos en intención de voto y Felipe González desciende ligeramente en su valoración
Los españoles se encuentran en el momento más pesimista del año, tras el regreso de unas vacaciones teñidas por las noticias de la crisis del Golfo y las anunciadas medidas de reajuste económico del Gobierno. Según una encuesta realizada por Demoscopia para EL PAÍS, uno de cada seis españoles ve bien la situación política y económica, y pese a esta última percepción, el 40% no considera necesarios los recortes. En este contexto, los españoles dan un mayor apoyo a una posible intervención en el conflicto del golfo Pérsico que hace unos días. La mitad de los ciudadanos cree que el Gabinete está dividido, y son más quienes piensan que debe haber crisis de Gobierno.
Después de las vacaciones de verano, el tono vital de los españoles se sitúa en la cota más baja del año. Con seguridad se debe a la confluencia del efecto depresivo del retorno de las vacaciones con el de la situación económica, agravada por la crisis del Golfo. La evaluación de la situación económica, tanto nacional como familiar, es significativamente más negativa que en julio. Sólo un 18% de los ciudadanos la considera buena, frente a un 25% que así pensaba antes de las vacaciones. El capítulo político sigue idéntico curso: sólo uno de cada seis españoles (18%) evalúa positivamente la situación política, frente a un 24% en el mes de julio.La puntuación económica supone un descenso de casi un 30% en el optimismo registrado en ese capítulo. Correlativamente, para uno de cada tres españoles la situación es mala (29%). Esta evaluación de la coyuntura económica refleja el impacto de la crisis del Golfo y las anunciadas medidas de ajuste.
Por lo que se refiere a la economía particular o familiar, la opinión también registra un cambio pesimista: un 17% de los españoles considera que su situación familiar ha mejorado, frente al 22% que pensaba así en julio (el descenso relativo es superior al 20%). Por el contrario, uno de cada cinco (21%) estima que ha empeorado (21%), frente a un 14% en el mes de julio.
Un 40%, contra el reajuste
A pesar de la conciencia de crisis, la opinión está dividida respecto a la conveniencia de un reajuste económico, predominando ligeramente quienes lo consideran innecesario (40%) sobre el de sus partidarios (37%). Esta división de opiniones sólo se inclina del lado favorable al Gobierno entre los votantes del PSOE (39% frente al 37%). Puestos a reajustar, la preferencia mayoritaria es que se recorte el gasto público (53%) y en segundo lugar los beneficios de las empresas (30%). Casi nadie se muestra partidario de que se limite la subida de los salarios: sólo a un 21 % le parece conveniente la subida anunciada de sólo el 5,5% Tres de cada cuatro españoles (74%) no está de acuerdo con ese incremento.
Los recortes del gasto público deben aplicarse especialmente a los gastos de representación de los gobernantes, -para el 59% de los consultados- y a la defensa (40%).más que a ningún otro capítulo del gasto: un 19% opina que deben recortarse los sueldos de los funcionarios; un 13%, los gastos de cultura y fiestas populares, y un 4%, los de obras públicas. Son muy pocos los que opinan que deben menguar los gastos en educación, salud o pensiones (4% en total). Las diferencias de opinión entre los votantes de los partidos no son demasiado significativas con la excepción de los del PP y CDS, que ponen menos énfasis en los recortes en defensa y más en los gastos de representación de los gobernantes.
Por primera vez desde las últimas elecciones generales el PSOE registra un descenso de significación en la intención de voto: frente a su voto real del 27,5% del censo en los comicios de octubre pasado y un similar porcentaje de entrevistados que en julio le mostraban su apoyo, tal opinión ha descendido al 24,7%. En cuanto a los demás partidos, cabe registrar el estancamiento a la baja del PP, IU y CDS respecto del voto de 1989. Por su parte, el índice de 0-10 de valoración de líderes registra un cierto descenso similar de los socialistas (González, Guerra, Chávez), así como de Ardanza entre los líderes españoles.
En la clasificación de los políticos extranjeros, siguen en cabeza Mandela y Gorbachov, con tendencia a la baja. También baja el presidente norteamericano, George Bush (4,1 frente a 4,6 en julio), así como Fidel Castro (2,3 frente a 2,8 en julio). De los políticos árabes, el peor valorado es Sadam Husein, con casi un cero en la nota (0,9).
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