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La penetrante mirada de la neurocirugía

Las nuevas técnicas quirúrgicas permiten ahondar en los grandes misterios del cerebro

Casi el 20% de la población mundial sufre trastornos nerviosos de índole muy diversa. Ahora, gracias a la iniciativa del Gobierno de Estados Unidos, el proyecto llamado Década del cerebro potenciará en los años noventa la mayor investigación realizada sobre este órgano vital. "Ello nos permitirá profundizar con mucha más rapidez en el conocimiento de las enfermedades neurológicas", ha dicho el neurocirujano español José Gerardo Martín, presidente del IX Congreso de la Sociedad Europea de Neurocirugía Funcional y Estereotáxica.

Unos 300 neurocirujanos de todo el mundo se dieron cita la pasada semana en Marbella en una reunión científica, patrocinada por la Fundación BBV y enmarcada dentro de la Década del cerebro, para revisar alguno de los aspectos neurológicos de más actualidad, desde los implantes de tejidos cerebrales, hasta la administración directa de fármacos al cerebro, o la estimulación eléctrica del sistema nervioso mediante el implante de marcapasos cerebrales y medulares."Las nuevas técnicas estereotáxicas nos dan la posibilidad de llegar con absoluta precisión a zonas profundas del cerebro, causando el menor daño traumático", explica el presidente del Congreso.

"Mediante la neurocirujía estereotáxica", continúa este especialista, "se puede delimitar un punto concreto del cerebro, gracias a un aparataje provisto de unas coordenadas cartesianas y a unos sistemas de diagnóstico por imagen. Con este método operamos sobre la lesión con un margen de error de menos de un milímetro, y de este modo no se provoca ningún daño en el resto del tejido cerebral".

Gracias a esta técnica, el abordaje a través del cráneo es mucho menos traumático y cruento que con la neurocirujía convencional. La mayoría de las veces basta con una pequeña incisión de dos centímetros en el cráneo para llegar a la profundidades cerebrales.

Dan Leksell, especialista del Instituto Karolinska de Estocolmo e hijo de uno de los pioneros de la esterotaxia mundial, considera que en el próximo siglo el 80% de las operaciones del cerebro se realizarán bajo técnicas estereotáxicas.

"Este tipo de cirujía, emprendida por Lars Leksell a principios de siglo, tenía en sus comienzos como indicaciones ciertas lesiones funcionales del cerebro, como el temblor del parkinson o el dolor crónico" señala John Gillinghan, catedrático de neurocirujía de la universidad de Edimburgo (Reino Unido). "Actualmente, puede aplicarse a toda la patología neurológica susceptible de tratamiento quirúrgico: dolor crónico, movimientos anormales del sistema nervioso, ciertas crisis de epilepsia, malformaciones vasculares cerebrales tumores y otras muchas lesiones neurológicas".

Fármacos al cerebro

Otro de los aspectos abordados en este foro científico fue la administración de fármacos directamente al cerebro para tratar problemas como el dolor crónico y la espasticidad (trastorno del tono muscular). En estos momentos se está empleando morfina en cantidades mínimas y sin crear dependencia en el paciente, con el fin de controlar procesos dolorosos de origen canceroso o benigno. Para actuar sobre la espasticidad, se está evaluando la eficacia de otro medicamento, el Baclofén, en parálisis cerebrales y en ciertos trastornos de la médula espinal.

"Con la moderna tecnología podemos implantar bajo la piel del paciente un computador, provisto de una pequeña bolsa, donde se aloja el fármaco, que dosifica y administra la sustancia a través de unos finísimos catéteres que se introducen en el cerebro o en la médula espinal", dice Juan Burzaco, jefe de Neurocirujía de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid.

Una de las sesiones científicas de este congreso fue dedicada a la estimulación eléctrica del cerebro con fines terapéuticos. Desde que en 1971 los médicos españoles Sixto Obrador, José Manuel Rodríguez Delgado y José Gerardo Martín implantaran en el hospital La Paz de Madrid el primer marcapasos cerebral del mundo, esta técnica ha sido muy difundida.

Control del dolor

Se estima que actualmente hay más de 20.000 enfermos tratados con este procedimiento, cuyas aplicaciones terapéuticas principales son el control del dolor crónico de origen benigno, la espasticidad, la vejiga neurógena (pérdida del control del esfínter de este órgano), los movimientos anormales de origen neurológico (temblores) y los cuadros de dificultad respiratoria también de causa neurológica.

Los implantes neurales, a revisión

"Aunque los implantes de tejidos en el cerebro para el tratamiento de la enfermedad de parkinson están arrojando resultados esperanzadores, en estos momentos son sometidos a revisión crítica", ha afirmado Edward R. Hitchcock, presidente de la Sociedad Europea de Neurocirujía funcional y estereotáxica, en el congreso internacional celebrado en Marbella.Hitchcock, que cuenta con una casuística de 36 implantes neurales procedentes de tejido fetal, señaló que uno de los problemas con los que se enfrenta el neurocirujano es que se ignora cuál debería ser la edad ideal del feto cuyo tejido sería implantado.

"En estos momentos", explicó, "parece que los mejores resultados se están obteniendo con fetos de edad comprendida entre las 18 y las 20 semanas. Sin embargo, las dudas persisten, y en la comunidad científica aún no existe un criterio definido y unánime sobre este aspecto".

Opiniones contrapuestas_

Las investigaciones básicas que se llevan a cabo en monos y ratas ofrecen informaciones contrapuestas. Mientras los investigadores que trabajan en ratas consideran que cuanto más joven sea el embrión, mayores facilidades tiene de prender en el cerebro implantado, quienes investigan con monos opinan lo contrario.

No obstante, Stephen Dunnet, que está investigando con ratas en la universidad de Cambridge (Reino Unido), anunció en este congreso la posibilidad de que cuanto más tardío sea el feto, su tejido nervioso se encontrará en mejores condiciones para ser implantado. Los primeros implantes neurales para tratar la enfermedad de parkinson fueron realizados en 1985 en Suecia y China.

Los expertos reunidos en Marbella apuntaron la necesidad de crear bancos con tejidos neurales congelados procedentes de fetos y de glándulas suprarrenales. Sin embargo, según advirtieron algunos especialistas, esta iniciativa aún se encuentra en fase experimental, y se ignora cómo actuaría en el cerebro el tejido implantado, una vez descongelado.

La radioneurocirujía o cirujía cerrada, que permite el tratamiento de muchas lesiones cerebrales sin abrir la cavidad craneal, fue otra de las estrellas de este congreso internacional.

Mediante radiaciones emitidas por diferentes y avanzados sistemas tecnológicos, es posible corregir malformaciones vasculares del cerebro y destruir tumores de localización profunda, sin apenas efectos secundarios y sin necesidad de anestesia. El pionero de esta técnica en España es Juan Luis Barcia, catedrático de neurocirujía de la universidad de Valencia.

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