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Miterrand afirma que Francia no teme a Alemania

"Francia no teme a Alemania. Y es necesario que ambas marchen juntas en el marco de la construcción europea", afirmó ayer el presidente francés, Frangois Mitterrand, en el foro organizado en París por varios medios de comunicación europeos para analizar la unificación alemana. Juan Luis Cebrián, consejero delegado de EL PAÍS, que intervino junto a analistas alemanes, franceses y soviéticos, advirtió sobre el riesgo que encierra el nacionalismo.

Mitterrand subrayó el hecho de que a 10 meses de la caída del muro de Berlín y a pocos días de la concreción de la unidad de los dos Estados alemanes, ese proceso se haya desarrollado "democrática y pacíficamente". En la reunión, organizada por los periódicos Liberation, Internacional Herald Tribune, EL PAÍS, el semanario Der Spiegel y la televisión TF-1, entre otros medios, el presidente francés agregó que la unificación alemana se realiza teniendo en cuenta "los intereses y los derechos de los Estados vecinos".Después de citar los temore suscitados en su país por el sur gimiento de una nueva potencia alemana, a causa de la historia pasada ("que nos ha llevado a ser enemigos hereditarios" dijo), manifestó que la unificación alemana, que cristalizará el próximo 3 de octubre, es "legítima y necesaria históricamente".

Antes de abordarla, se han puesto todos los problemas que ésta planteaba sobre la mesa, afirmó, y entre ellos citó el restablecimiento de la plena soberanía para Alemania, la renuncia de las cuatro potencias vencedoras de la II Guerra Mundial a sus derechos especiales, el compromiso de no iniciar un rearme atómico, la definición de la RDA en relación a la Comunidad Europea y a la Alianza Atlántica.

"Se ha realizado un buen tra bajo colectivo", dijo Mitterrand, "ya que desde noviembre de 1989 se han analizado y encontrado vías de solución a las relaciones bilaterales franco alemanas y a las de la nueva Alemania en el seno de la CE y de la Alianza Atlántica.

Mitterrand agregó que la existencia de un polo alemán potente en Europa no era obstáculo para que Francia también creciera al mismo ritmo en las puertas del siglo XXI. "Es necesario que ambos marchen juntos", agregó el jefe de Estado francés, quien dijo que los dos países mantienen ahora un diálogo en la claridad y no en las sombras.

Por último, auguró una transición difícil, de tres o cuatro años de relativa debilidad, en la antigua RDA, hasta que alcance un nivel similar al de la RFA.El papel de España

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Juan Luis Cebrián manifestó en el foro Alemania en Europa que Europa del Sur podía aportar un punto de vista periférico a la cuestión, y en el caso de España despojado de los temores que suscita en las poblaciones de los países que intervinieron en las dos guerras mundiales.

También afirmó que quería aportar un punto de vista menos institucional y hacerse eco, como periodista, de la voz de la calle. Acerca de los miedos a que la unidad alemana genere nuevos conflictos entre los europeos, dijo que la pregunta esencial a formular era "¿qué es Europa, un sistema político, una dimensión geográfica, una cultura, una civilización?".

La ubicación territorial de Alemania ha sido fundamental para que mantuviera su capacidad de satelizar a países de su entorno: "La geografía ha marcado la historia de Alemania", dijo. Y agregó que "Alemania necesita de Europa para reescribir su historia".

Muchos piensan que no hay unificación sino absorción económica de la República Democrática Alemana, dijo Cebrián, y agregó que la unión monetaria está precediendo a la unión política: "A la primera la tienen que pagar los países ricos, como lo ha hecho la RFA en su esfera".

Cebrián recordó que el Gobierno español había pedido recientemente que se retrasara el proceso de unión monetaria, distanciándose del proyecto del presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, presente en el mismo coloquio, que se celebró en el Centro Nacional de las Industrias y las Técnicas (CNIT), de la capital francesa.

"No soy pesimista, pero sí escéptico", manifestó Cebrián al citar problemas como el auge del nacionalismo, dentro y fuera de la Comunidad, del fundamentalismo, del racismo. "Es justo prevenirse frente a estas desviaciones", añadió.

Carlos Alonso Zaldívar, asesor de la presidencia del Gobierno español, expresó que en su país se había profundizado en los últimos años en las cuestiones de la relación Este-Oeste y de la seguridad europea.

Zaldívar expuso una dimensión de ese problema, que pasa, dijo, "por la dinámica NorteSur" y, singularmente, por su dimensión en el Mediterráneo".

Sin olvidar la dimensión esencial europea, Zaldívar señaló que la situación en el Mediterráneo ofrece un reto, ya que si bien plantea riesgos también ofrece oportunidades de crear en él "áreas de interdependencia" en las cuales sea posible respetar la disparidad.Acelerar la unión política

Jaeques Delors, presidente de la Comisión Europea, subrayó la necesidad de acelerar la unión política e impulsar una nueva aventura colectiva en Europa guiada por principios democráticos.

Rita Sussmuth, presidenta del Bundestag (Parlamento) de la República Federal Alemana, subrayó "la oportunidad y el desarío" que supone la unidad alemana, y dijo que "la unión europea no es posible sin los alemanes". Esta unidad obliga a una nueva concepción de la seguridad, añadió la diputada alemana.

Daniel Cohn Bendit, por su parte, defendió una idea moral de Europa, que a su juicio debería guiar la unificación alemana, y después de señalar que la realidad política y económica van por delante en este proceso, manifestó su temor a que degenere en una realidad mezquina y excluyente: "No tengo confianza en la lógica moral de la economía", concluyó.

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