El 'aparato' del PSOE cree "imprescindible" la permanencia de Guerra en el Gobierno

El aparato del PSOE se ha movilizado en un intento de evitar que el vicesecretario general, Alfonso Guerra, abandone el Gobierno, donde le consideran "imprescindible", por lo que rechazan que una salida airosa sería que se ocupara exclusivamente del partido. Dirigentes socialistas quieren influir en el ánimo del vicepresidente para que venza su tentación de marcharse, así como en el presidente, Felipe González, para que no acepte la dimisión de Guerra y no ceda a las presiones, que en ese partido se consideran "externas", al creer que "los ministros" ya no ponen en cuestión la figura de Alfonso Guerra.

La consigna que se puso en marcha la pasada semana y que se repetirá hasta el propio congreso es la de que el tándem ha funcionado desde 1974 y es la garantía de coherencia entre el partido y el Gobierno.El bloque fundamental del PSOE, formado por la actual comisión ejecutiva federal y las organizaciones regionales, parece haber recobrado la calma después de conocer el malestar de Felipe González por la extremada susceptibilidad que en el aparato producía cualquier manifestación formulada por algún ministro o cargo por algún ministro o cargo público que inmediatamente pasaba a engrosar la lista de sospechoso. Las manifestaciones de unos y otros son tomadas ahora con naturalidad a sabiendas de que al día de hoy está asegurado que más del 80% de la organización votará favorablemente a los textos oficiales y a la gestion de la ejecutiva saliente.

La preocupación está ahora en que el vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, insista en la idea de abandonar el ejecutivo. Los dirigentes regionales consultados aseguran que Guerra, donde es verdaderamente importante "para el partido", es en el seno del Gabinete, y atribuyen a su gestión directa medidas importantes que han beneficiado a sus respectivas comunidades autónomas. Así lo aseguran los castellano-manchegos, extremeños, asturianos y gallegos en su etapa de Gobierno de la Xunta. Esta explicación la ofrecen para desestimar lo que se ha dado en llamar "una salida airosa" que se ha interpretado cómo su paso al partido.

Miembros de la ejecutiva aseguran que la creencia de que esta opción sería querida por el partido es errónea, y repiten que "lo importante es que Alfonso esté en el Gobierno". En esta línea, esbozan sonrisas irónicas cuando se dice que el vicepresidente está de oyente. Esta interpretación de que Alfonso Guerra ha influido durante estos años, en mayor o me.nor medida, en decisiones gubernamentáles es verosímil si se atienden las quejas que se atribuyen al ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, de notar más de lo que, le gustaría la interferencia del vicepresidente.

Tanto Txiki Benegas, secretario de organización, como José Acosta y José Felix Tezanos, miembros de la ejecutiva federal; José Bono, presidente de Castilla-La Mancha, y Carlos Sanjuán, secretario general de los socialitas andaluces, han repetido simultáneamente en distintos foros expresiones casi idénticas. Éstas pueden sintetizarse en lo siguiente: el modelo de dirección del partido a cuya" cabeza están Felipe González y Alfonso Guerra ha funcionado con eficacia desde 1974. No hay motivos para inaugurar uno distinto de efectos desconocidos; Alfonso Guerra y Felipe González son la garantía de armonización entre partido y Gobierno.

Debate estéril

De otro lado, el coordinador del Programa 2000, Manuel Escudero, considera "esterilizante" que algunos sectores del partido debatan sobre la composición de la ejecutiva que saldrá del próximo congreso. "Me dejaría frío una ejecutiva con un conglomerado de personalidades políticas", dijo Escudero ayer a la agencia Efe. "Hay compañeros que entienden por pluralismo la autorrepresentación personal", en referencia a quienes han pedido la apertura de la ejecutiva a nuevas sensibilidades. Escudero entiende que ese pluralismo debe darse en el PSOE con la incorporación de intelectuales, ecologistas y sindicalistas.Manuel Escudero mostró su opinión favorable a la resolución política presentada por las federaciones andaluza, vasca y gallega, a modo de introducción de los textos base del congreso que Escudero coordinó.

El máximo impulsor del Programa 2000 rechazó la idea de que este texto haya querido ser una réplica a la iniciativa no llevada a la práctica de algunas personalidades del partido que manifestaron la necesidad de una ponencia política.

"Esta ponencia. defiende propuestas concretas que desarrollan los contenidos del Programa 2000", dijo Escudero.