Deslucida inauguración de la feria de Logroño

El escaso juego de los novillos deslució el festejo inaugura¡ de la Feria de San Mateo, de Logroño, celebrado ayer, con media entrada y tarde soleada. Se lidiaron seis novillos de hermanos Santamaría, bien presentados y y bien puestos de cabeza, pero flojos y muy deslucidos, excepto el segundo, que dio buen juego.Manuel Caballero (palmas y silencio), hizo al primero una faena deshilvanada y en el cuarto estuvo voluntarioso y porfión ante una res que se acobardó.

Martín Pareja Obregón (palmas y silencio) cuajó en el segundo una faena con torería, gusto y sabor añejo, aunque falló a la hora de matar. En el quinto estuvo voluntarioso, sin lucimiento.

Marcos Sánchez Mejías (silencio en su lote), realizó faena aseada con precauciones al tercero, mientras en el sexto dio buenos muletazos por el pitón izquierdo y deslucidos por el derecho.

Por otra parte, en Nimes (Francia) se celebró la segunda corrida de la feria septembrina, con tres cuartos de entrada. Se lidiaron cinco toros de María Luisa Domínguez Pérez de Vargas y uno de Guardiola Domínguez, con el siguiente resultado: Roberto Domínguez, ovación y oreja; Ortega Cano, silencio y ovación, y Juan Mora, ovación y silencio.

Cinco orejas

Cinco orejas se cortaron en la quinta corrida de la feria de Valladolid, celebrada ayer, en la que, además, Rafi Camino y David Luguillano salieron a hombros. El festejo conmemoraba el centenario del coso vallisoletano, inaugurado el 20 de septiembre de 1890 por Lagartijo, Espartero y Guerrita, con toros de Saltillo.

Con más de tres cuartos de entrada, se lidiaron ayer toros de Carlos Núñez, bien presentados y mansos, excepto el sexto, que dio juego. Fernando Cepeda (ovación y oreja), dibujó buenos muletazos sueltos en el primero e hizo faena pulcra, aunque sin emoción, al cuarto. Rafi Camino (ovación y dos orejas) estuvo muy valiente en el segundo y vibrante en el quinto. El golpe de una banderilla en la frente le produjo una herida leve con fuerte hemorragia, de la que fue asistido en la enfermería. Luguillano (bronca y dos orejas) no quiso ni ver al pregonao tercero y al sexto le hizo una faena de gran belleza.