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Las cobras de Carlos Falcó

La peste equina africana, una enfermedad que se daba por desaparecida en Europa y EE UU, hizo su aparición en España en septiembre de 1987, a través de seis cebras surafricanas importadas en la primavera de ese mismo año por Carlos Falcó, marqués de Griñón, para el Safari Park, una reserva de animales situada en Aldea del Fresno (Madrid). El brote afectó a las comunidades de Castilla-La Mancha, Extremadura, Valencia y Madrid, donde murieron unos 300 equinos en total, contabilizándose alrededor de 200 muertes sólo en Madrid y Toledo.

En octubre de 1988, once meses después de que el Ministerio. de Agricultura diera por desaparecida la peste equina de España, tuvo que confirmar nuevamente la existencia de un nuevo brote en las provincias de Málaga y Cádiz. Diecisete municipios de Cádiz, cinco de Málaga y siete de Sevilla, se vieron afectados por esa enfermedad, y más de 160 caballos murieron a causa de ella. Las fronteras españolas que se cerraron como consecuencia del primer brote, quedaron clausuradas y todos los países, excepto Estados Unidos, prohibieron la entrada a los caballos españoles. Las pérdidas se evaluaron en unos 10.000 millones de pesetas.

El 7 del abril de 1989, la Junta de Andalucía dio por extinguido el brote localizado en octubre de 1988 en la finca de Las Lomas, en Cádiz. Pero el 11 de agosto se reconoció oficialmente de nuevo la existencia de peste equina tras la muerte de tres caballos en la urbanización Sotogrande, en San Roque (Cádiz).

1.000 animales sacrificados

La hipótesis que se barajó por los expertos sobre el origen del nuevo brote, en el que murieron o fueron sacrificados, unos 1.000 équidos en Andalucía, fue que el anterior nunca se extinguió totalmente. En octubre de ese mismo año fueron sacrificados en Valencia 93 caballos ante la posibilidad de un nuevo brote.El 3 de enero de 1990, el Ministerio de Agricultura comunicó la desaparición de los focos de peste equina. Por su parte, la Junta de Andalucía declaró que, aunque no estaba oficialmente extinguido el foco de peste equina que afectaba a su comunidad, los équidos andaluces podrían circular libremente por todo el territorio español si hasta el 23 de septiembre próximo no se producía ningún nuevo caso entre los 140.000 équidos de la cabaña andaluza.

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