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RELIGIÓN

Los teólogos reunidos en Lovaina reclaman el sacerdocio de las mujeres

Francesc Valls

El acceso al sacerdocio de mujeres y también de hombres casados, un mayor respeto ala pluralidad dentro de la Iglesia y la petición de "un salto hacia adelante" son algunos de los elementos que contiene la declaración final del Congreso Internacional de Teología que, organizado por la revista Concilium, fue clausurado ayer en Lovaina (Bélgica) ante la presencia de 500 teólogos de 50 países.

"Lo que es necesario es u salto hacia adelante, como el que Juan XXIII pidió cuando inauguró el Concilio Vaticano lI", se afirma en el documento final, que insiste en los puntos avanzados en la Declaración de Colonia del año pasado y en el Manifiesto de Tubinga de hace unos meses. "La colegialidad de los obispos está en peligro por las formas utilizadas en la preparación de sínodos en Roma y por la política de nombramientos, que se realizan de forma autoritaria", afirman los teólogos.También consideran autoritaria la forma como Roma ha redactado el catecismo universal, del que los teólogos reunidos en Lovaina opinan que es "neoescolástico". "La creciente participación de los laicos en la Iglesia está siendo sofocada por mezquinas restricciones canónicas", dicen. Por ello piden "respeto a la pluralidad dentro de la Iglesia y una mayor participación de los fieles" hombres y mujeres, especialmente en temas que les afectan: los de carácter social y los de ética sexual familiar".

Ese respeto a la pluralidad debería manifestarse con el acceso de hombres y mujeres, casados o solteros, al sacerdocio, según los teólogos. Todo ello les hace afirmar que la Iglesia debe apoyar en mayor medida a las comunidades de base. Reconocen que el actual momento es de involución eclesial y piden el fin de la discriminación y la represión vaticana contra quienes hacen teología de la liberación o teología feminista. Lo mismo solicitan para los firmantes de la Declaración de Colonia, "algunos de los cuales han sido'castigados".

En sus críticas a la actuación de la cúpula eclesial, los teólogos solicitan que el Vaticano nombre comisiones más equilibradas y que no sólo se beneficie, a su juicio, a los sectores más conservadores. "Las instancias éclesiales no deben comportarse como funcionarios de la curia romana", afirman. Los teólogos, pese al panorama, se muestran optimistas y llaman a todos los cristianos a renunciar a cualquier forma de opresión de la libertad: "Queremos honrar la creación y trabajar por la paz; queremos una mayor justicia distributiva para con el Tercer Mundo; en palabras de la Biblia: escojamos la vida y no la muerte".

Españoles

Esta declaración final ha sido precedida de debates en los que han tomado parte una quincena de españoles. Casiano Floristán, miembro del consejo de dirección de Concilium e integrante de la Asociación de Teólogos Juan XXIII, manifestó al término de las sesiones que "en los debates se ha visto claramente que hay dos modos de hacer teología: la Europea y la del Tercer Mundo". "Ambas", agregó, "coinciden en la línea posteonciliar pero sus sensibilidades son distintas". Floristán destacó que en este congreso no había habido críticas obsesivas a la institución, porque muchos teólogos prescinden de ella. El teólogo español afirmó que "todo el mundo ha expresado sus quejas en contra de algo, pero hubiera hecho falta una autocrítica profunda y no siempre haber echado la culpa al otro".Con la celebración del congreso, la revista Concilium ha querido conmemorar sus 25 años de existencia como una publícación que, después de ser fundada e inspirada bajo los vientos renovadores del ceíncilio Vaticano II, con el paso del tiempo se ha convertido en refugio de teólogos que no están muy bien vistos en Roma.

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