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LA CRISIS DEL GOLFO

Teherán reafirma su neutralidad en el conflicto

J. V Irán desmintió ayer la información difundida por la agencia norteamericana de noticias AP según la cual Teherán y Bagdad habían llegado a un acuerdo para intercambiar alimentos y medicinas iranies por petróleo iraquí. Fuentes diplomáticas iraníes en Europa consultadas telefónicamente por El PAÍS manifestaron que la República Islámica está muy lejos de alinearse con su antiguo enemigo Sadam Husein.

El Tehran Times, diario próximo al presidente de la República Islámica, Hachemi Rafsanyani, calificó ayer de "totalmente infundada" la afirmación de la existencia de un acuerdo entre Teherán y Bagdad para romper el embargo contra Irak decretado por el Consejo de Seguridad de la ONU. Según ese diario, las autoridades iraníes, eso sí, "estudian la posibilidad" de proveer a Irak de alimentos y medicinas por razones humanitarias.

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Diplomáticos occidentales en Teherán citados por Reuter declararon ayer que, pese al anuncio del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Irán e Irak, la República Islámica "no tiene ninguna razón" para romper el embargo de la ONU y menos para seguir a Sadam en su aventura.

Aislamiento

Tal actitud enfrentaría a Irán con la comunidad internacional en un momento en que la crisis del Golfo le permite romper su aislamiento. El miércoles, un enviado especial de la Comunidad Europea estuvo en Teherán; ayer mismo un representante de Hosni Mubarak se convirtió en el primer alto funcionario egipcio en pisar Irán desde 1979.

Teherán ha condenado la invasión iraquí de Kuwait, aprobado el embargo de la ONU y expresado que sólo tolerará una presencia temporal de tropas estadounidenses en el Golfo. El miércoles, el ayatolá Jamenei, sucesor de Jomeini en el cargo de guía espiritual de la República Islámica, otorgó la consideración de guerra santa a una eventual lucha contra la instalación militar definitiva de EE UU junto a los santuarios musulmanes de La Meca y Medina.

El duro tono empleado por Jamenei debe interpretarse como una advertencia a Washington para que no intente sacar provecho de la presente situación y convertirse en el gendarme del Golfo y el monopolizador de la política petrolera mundial.

En el reparto de papeles en la cúpula del poder iraní, Jamenei es la conciencia moral, y el presidente Rafsanyani, el responsable de los asuntos del Estado. Rafsanyani hizo saber ayer a la cadena de televisión CNN que su declaración del 24 de agosto sigue siendo válida: Irán no ve obstáculo a que las fuerzas extranjeras presentes en el Golfo expulsen a Irak de Kuwait, siempre y cuando luego se vayan.

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