Fiat compra el 60% de Enasa por 1.200 millones y garantiza el empleo en la empresa española
La multinacional italiana Fiat será el definitivo comprador de la Empresa Nacional de Autocamiones (Enasa) una vez culminadas en la noche del pasado miércoles las negociaciones mantenidas desde primeros de agosto a instancias del ministro de Industria y Energía, Claudio Aranzadi. La operación, que supone el abandono definitivo de la opción alemana de Daimler, se traduce en la compra por Fiat del 60% de Enasa, en tanto que el INI mantiene el 40%. La firma italiana pagará 1.200 millones de pesetas por las acciones y garantiza el mantenimiento de todos los centros de producción y la estabilidad del empleo en Enasa.
El precio acordado es sustancialmente inferior al fijado a finales del año pasado cuando el 80% de Enasa fue vendido al consorcio MAN-Daimler Benz por 28.800 millones de pesetas. La operación no prosperó por la oposición de la Oficina Antimonopolios de la República Federal. La rebaja del precio es debido al deterioro de la empresa española cuyo futuro ha estado en el aire durante casi un año. Durante los seis primeros meses de este año la empresa ha perdido 6.700 millones que el INI se compromete a sanear.Un mes y medio ha tardado el ministro de Industria, Claudio Aranzadi, en cerrar las negociaciones emprendidas el 1 de agosto en Turín con el consejero delegado de Fiat, Cesare Romiti. Ese día, y tras varias semanas de infructuosas discusiones con la multinacional alemana Daimier Benz, Aranzadi consideró que el vaso de la paciencia estaba suficientemente colmado. DaimIer quería replantear desde cero las negociaciones para la compra de Enasa, por lo que el Gobierno español se consideró legitimado para iniciar, también desde cero, los contactos con otros potenciales candidatos.
En realidad, el Ministerio de Industria nunca olvidó las relaciones mantenidas con la multinacional italiana a finales del pasado año cuando se decidió otorgar Enasa al consorcio germano constituido por MAN y DaimIer. Romiti encajó la derrota con deportividad e incluso envió una carta a Aranzadi exponiendo que su compañía seguía interesada en estudiar las posibilidades de instalar una fábrica de coches en España. Los contactos con Fiat han sido frecuentes y cordiales en estos últimos meses y explican que ahora el Gobierno español haya elegido la opción italiana en la venta de Enasa.
Detalles del acuerdo
El acuerdo con Fiat fue firmado en la noche del miércoles, poco después de que Claudio Aranzadi compareciese en el Congreso de los Diputados. Acompañado de sus máximos colaboradores, el ministro de Industria emprendió camino desde la Carrera de San Jerónimo hasta la Plaza del Marqués de Salamanca, donde se encuentra la sede del Instituto Nacional de Industria. Allí, junto al presidente del INI, Jordi Mercader, esperaban al ministro los máximos responsables ejecutivos de la multinacional italiana; el consejero delegado de Fiat, Cesare Romiti; el presidente de Fiat Ibérica, Luigi Michetti y el titular de Iveco, Garuzzo. El acuerdo, redactado en un documento de 40 páginas, fue firmado sin dilación. No en vano, todos los pormenores de la operación habían sido ultimados días antes en una ronda de entrevistas mantenidas dentro del más alto secreto, hasta el punto de que los representantes de Fiat prefirieron registrarse en Madrid con nombres supuestos para evitar su identificación.
La venta de la participación mayoritaria de Enasa supondrá una aportación de 1.200 millones de pesetas por el 60% del capital. El valor total de la compañía española ha sido fijado en 2.000 millones de pesetas, resultantes de un patrimonial negativo de 7.500 millones de pesetas compensado con el fondo de comercio cuantificado en 9.500 millones. El INI mantendrá el 40% restante del capital, si bien la multinacional italiana tiene un plazo de seis años para ir adquiriendo esta participación. Fiat ha invitado al presidente del INI a incorporarse al consejo de administración de Iveco, filial de Fiat en el sector de autocamiones y encargada de materializar la compra de Enasa.
El acuerdo establece también una serie de ampliaciones de capital sucesivas, de las que la primera se desarrollará en enero de 1991 por un importe de 20.000, millones. Iveco suscribirá 13.000 millones y el INI los 7.000 restantes. Estos recursos serán destinados a la financiación del plan de inversiones de Enasa, que alcanzará la cifra de 37.000 millones en el transcurso de los tres próximos años. Cabe destacar que 7.000 millones serán destinados a la fábrica de Valladolid, el gran talón de Aquiles de Enasa. Fuentes de la multinacional que preside Giovanni Agnelli han añadido que, además, las inversiones tecnológicas en Enasa ascenderán a 50.000 millones.
Fiat mantendrá todos los centros de producción de Enasa y el proyecto industrial que ampara el acuerdo con Industria fija la plantilla de la empresa española en 5.300 trabajadores.
El final de una triste historia
La venta de Enasa a Fiat ha puesto fin a las desventuras del INI en su afán por conciliar un acuerdo de venta con la multinacional alemana Daimler Benz. Al final ha sido la empresa germana la que se ha quedado "compuesta y sin novio" cuando más felices se las prometía, dada la necesidad del Gobierno español por encontrar un socio para la empresa fabricante de la marca Pegaso.Todo el gozo del acuerdo logrado a finales del pasado año con el consorcio formado por MAN y Daimler quedó ahogado en un pozo cuando en mayo pasado el Bundeskartellamt comunicó su oposición a la compra de Enasa por parte de estas dos multinacionales germanas. La Oficina Antimonopolio de la República Federal de Alemania justificaba la negativa bajo el pretexto de que la compra de la empresa española por las dos multinacionales germanas suponía una amenaza para la libre competencia. La Comisión Europea respaldó poco después la tesis, frustrando un proyecto que había sido bendecido con todos los parabienes por los Gobiernos español y alemán.
Por una vez, la capacidad de persuasión de las grandes corporaciones multinacionales se demostraba insuficiente para desbloquear una operación que parecía totalmente garantizada en un principio. La actitud de MAN, rompiendo la baraja con una sospechosa actitud de brazos caídos, motivó no pocas suspicacias en medios oficiales españoles, que poco después trataron de fundamentar sus esperanzas en Daimler Benz.
Sin embargo, la casa fabricante de la marca Mercedes ha intentado aprovechar la coyuntura -incluyendo la recesión del mercado mundial de camiones- para replantear todo el acuerdo y asegurar la compra de una empresa que, antes que nada, debía ser dimensionada a la medida de sus propio intereses estratégicos. En otras palabras, Daimler exigía la reestructuración de Enasa, lo que obligaba a nuevas aportaciones por parte del INI en una cuantía de unos 65.000 millones de pesetas. Con estos recursos, Daimler podría acometer un ajuste de empleo que, según fuentes sindicales, afectaría a unos 1.000 trabajadores.
El Ministerio de Industria se muestra mucho más sutil a la hora de justificar la decisión de vender a Fiat: "Daimler ha mejorado sus primeras ofertas, pero así y todo, la propuesta italiana es mucho mejor". Con este escueto argumento, fuentes del citado departamento intentan ahora echar el borrón e iniciar la cuenta nueva de la mano de Fiat, evitando en cualquier caso un enfrentamiento con la RFA.
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