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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Se comunica

Llamo su atención sobre un desliz idiomático que se comete todos los días y a todas horas en la estación ferroviaria de Chamartín. La presencia de numerosos viajeros extranjeros hace aún más dolorosa esa violación de las reglas, pues alguno creerá a pies juntillas correcto lo que por los altavoces se dice y caerá en el error que paso a relatarle. De modo implacable, y desde que frecuento la citada estación de Chamartín, a diario, durante seis años, en los anuncios que las empleadas de Renfe hacen por megafonía observo siempre un uso impropio del verbo comunicar. Es muy habitual oír lo siguiente: "Se comunica a don Fulano de Tal se persone en información". O bien: "Se comunica a los señores viajeros con destino Palencia que transborden al tren situado en vía 5". Como se ve, se comete una incorrección indigna de lugar tan concurrido. Cuando se comunica algo a alguien, tal trasvase de información sólo tiene por objeto el que el sujeto receptor quede enterado de lo que se le dice, sin que en ningún caso se espere de él una acción determinada. Por ello, Renfe debería, en su Manual de Estilo, caso de que exista, comunicar a sus empleados que dejen de usar comunicar en el sentido expuesto, sustituyendo comunica por los más adecuados ruega o solicita, este último en desuso en la lengua popular. Si ello es demasiado complicado, podrían también recurrir al socorrido "don Fulano de Tal, por favor, preséntese en...", o cualquiera de las fórmulas de este tipo.El uso público del idioma es materia de preocupación para los hablantes responsables, por la repercusión que tiene sobre la población en general. No sería mucho pedir que una empresa que, como Renfe, cuenta diariamente con miles de sufridos oyentes y se preocupa de la imagen que proyecta emprendiendo costosas campañas publicitarias, corrigiera un detalle tan nimio como el apuntado, lo que sería barato y nunca innecesario.-

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