Homenaje a Allende

Tengo delante de mí la última foto de Salvador Allende, hecha poco antes de su muerte. Empuflando un arma y con un casco en la cabeza, dispuesto a combatir junto a los suyos contra los traidores de la democracia y la libertad del pueblo chileno.Aquel 11 de septiembre de 1973 moría defendiendo el palacio presidencial. Acaso aceptando su trágico destino casi paralelo al del pueblo chileno.

Siendo presidente de Chile acometió un proceso de transformación política y económica de carácter valiente e innovador, abierto a la participación popular y cuyo principal objetivo era (según sus palabras) "la construcción del área de propiedad social". Su política de nacionalizaciones le creó muchos enemigos dentro y fuera del país, entre ellos el coloso del Norte, que veía perjudicados sus intereses económicos. Esto último sentenció la democracia chilena.

Ahora, cuando gracias a la vuelta de la libertad en Chile se celebró su funeral el 4 de septiembre (20 años después de las elecciones que le dieron la presidencia), es tiempo de brindar un homenaje póstumo a este héroe comprometido hasta el final con sus ideales, símbolo de la esperanza ahogada por la barbarie e incomprensión entre los hombres.

Por último, un deseo, que el mundo despierte de esta pesadilla de odio que nos toca vivir y que la gente luche para que alguna vez se cumpla en todos los rincones del planeta aquella frase de Salvador Allende: "Se abrirán las grandes alamedas de la libertad".-