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DEBATE SOBRE LA CRISIS DEL GOLFO

Aznar, Suárez y Roca proponen un debate de la 'mili' cuando concluya la crisis

El presidente del Partido Popular, José María Aznar, el líder del CDS, Adolfo Suárez, y el portavoz en el Congreso de Convergencia i Unió (CIU), Miquel Roca, invitaron ayer al Gobierno en el Pleno del Congreso a llevar a cabo, cuando concluya la crisis en el golfo Pérsico, un debate sobre el servicio militar. Todos ellos evitaron formular requerimientos concretos al Gobierno e incluso exponer sus puntos de vista sobre la conveniencia de mantener o no el carácter obligatorio de la mili. Sólo Izquierda Unida se decantó, en la ponencia de la comisión que estudia el servicio militar, por un ejército profesional.

Aznar aludió en el pleno del Congreso a la conveniencia de estudiar la actitud española ante conflictos que afecten a intereses de España en zonas geográficamente alejadas del territorio nacional y reclamó que la discusión sobre el servicio militar se haga "sin ninguna frivolidad".Tanto el máximo representante del PP como el portavoz de CiU coincidieron en señalar que el envío de soldados de reemplazo a una zona en conflicto bélico suscita la necesidad de realizar el citado debate sobre las Fuerzas Armadas, y en concreto la prestación del servicio militar en España.

Adolfo Suárez insistió en la idea de que España debería tener un ejército pequeño pero operativo, y en que se establezca en esta misma legislatura la reducción sustancial del servicio militar.

En la reunión celebrada por la mañana durante la ponencia de la comisión de Defensa encargada de estudiar la reforma del servicio militar, tan sólo Izquierda Unida se decantó por una inmediata sustitución del actual servicio en filas por la creación de un ejército exclusivamente profesional. El representante de Convergéncia i Unió, Salvador Carrera, se mostró partidario de unas Fuerzas Armadas profesionales, si bien matizó que "es preciso para ello un periodo de adaptacíón no corto sino de medio plazo, una vez que se tome la decisión que, eso sí, es de carácter estrictamente político y no militar". El PSOE y el Partido Popular coincidieron en la conveniencia de mejorar las condiciones de realización del servicio militar y en reducir el tiempo de permanencia en filas, y se opusieron a alimentar un debate sobre la supresión de la mili obligatoria. El Partido Nacionalista Vasco no estuvo presente.

Tanto el secretario permanente del Instituto Español de Estudios Estratégicos, general Miguel Alonso Baquer, como los asesores del Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (Ceseden), Rafael Bardají y Manuel Coma, se mostraron partidarios de no dramatizar las reformas necesarias de la mili y en avanzar en la profesionaliz ación de los ejércitos.

En la primera reunión celebrada tras el verano por la ponencia de la Comisión de Defensa del Congreso que estudia la reforma del servicio militar, en estos momentos centrada en escuchar a expertos y autoridades, el PSOE se opuso a reducir la discusión a "mili sí o mili no". Los socialistas insisten en que el debate debe contemplar aspec tos que hacen de esta reforma un asunto mucho más complejo. Planteamiento con el que coin cide el Partido Popular.

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El portavoz del PSOE en la ponencia, Pedro Moya, reiteró al término de la reunión que el partido gubernamental mantiene su decisión de continuar con un servicio militar obligatorio. Eri su opinión, la obligación de todos los jóvenes de dedicar cerca de un año de su vida a las Fuerzas Armadas supone.un factor, de cohesión, que sigue siendo muy positivo. Los socialistas están dispuestos, todo lo más, a reducir a nueve meses el tiempo de permanencia en filas y a mejorar las condiciones en que los jóvenes lleven a cabo el servicio. Moya no quiso ayer realizar más precisiones y se limitó a insistir en que la reforma "no es fácil, requiere tiempo y en todo caso, no consiste en elegir entre blanéo y negro".

Aumento del presupuesto

El portavoz del Partido Popular, Javier Rupérez, coincidió en este enfoque y resaltó que la creación de un ejército enteramente profesional no reduciría los gastos de defensa en España sino que los aumentaría en un 10%. Esta advertencia fue realizada en el seno de la reunión por Bardají, quien calculó que un ejército profesional formado por 120.000 hombres costaría 80.000 millones de pesetas más a los presupuestos generales del Estado.

Rupérez se opuso a la supresión del servicio militar obligatorio. Una demanda que, en su opinión, alimenta la degrada ción de las condiciones en que los jóvenes tienen que cumplir la mili. "De lo que se trata", declaró el portavoz popular, "es de enfocar la -defensa como una función racional y social".

Antonio Romero, representante de Izquierda Unida, afirmó que tanto la intervención del general Alonso Baquer como de Enrique Bardají y Manuel Coma habían mostrado que el golpismo no constituye una amenaza derivada específicamente de un ejército profesional y que es conveniente avanzar hacia un ejército más profesional.

La información del debate parlamentario sobre la crisis del golfo Pérsico ha sido realizada por Anabel Díez Ignacio Cembrero y Juan G. Ibáñez.

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