González expondrá en el Parlamento la repercusión para España de la crisis del golfo Pérsico
El presidente Felipe González intervendrá hoy ante el Pleno del Congreso de los Diputados para explicar la postura del Gobierno español ante la crisis del Golfo y su decisión de destacar a la zona en conflicto una flotilla compuesta por tres barcos de la Armada. Los grupos parlamentarios también esperan aclaraciones sobre las repercusiones económicas que tendrá para España la nueva situación creada en el mercado del petróleo tras el bloqueo impuesto contra Irak.
González declaró el viernes en Estocolmo no estar preocupado porque las críticas de la oposición, informada y consultada en agosto por los ministros de Exteriores y de Defensa, Francisco Fernández Ordóñez y Narcís Serra, respectivamente, son de forma y no de fondo, con la excepción de Izquierda Unida, formación política que mostró su desacuerdo con el envío de buques. También Herri Batasuna ha manifestado su rechazo al desplazamiento de tropas españolas al Golfo.Precisamente, la presencia de diputados del grupo abertzale contribuye también a incrementar la expectación creada en torno a esta sesión parlamentaria que, a partir de las cinco de la tarde, será retransmitida por TVE-2 y algunos canales autonómicos.
La crisis se inició el 2 de agosto, como un elemento de perturbación que venía a interferir los planes del presidente del Gobierno en materia de política interna y económica. En sus primeras declaraciones, el 7 de agosto, a la salida del entierro de Bruno Kreisky, González enjuició la crisis preconizando "una respuesta regional (árabe) a un problema regional", y su ministro de Economía, Carlos Solchaga, que se encontraba en Bogotá para asistir a la toma de posesión del nuevo presidente de Colombia, consideró inicialmente que el impacto económico no sería demasiado severo.
Matices
González ha mantenido la tesis de que se trata de un conflicto que debería tener una solución regional, aunque ha introducido matices según se iban produciendo nuevos acontecimientos. A partir del 3 de septiembre, fecha en la que dimitió el secretario general de la Liga Arabe, Chadli Klibi, el presidente dejó de mencionar a esta organización como posible foro de negociación.
El jefe del Ejecutivo ha hecho especial hincapié en que el Consejo de Seguridad de la ONU es el marco adecuado para resolver el conflicto en base a las resoluciones que adoptó. El Gobierno empezó haciendo una interpretación restrictiva del embargo, de acuerdo con la resolución aprobada por Naciones Unidas, pero, al aceptar el Consejo de Seguridad convertir éste en un auténtico bloqueo, lo que suponía autorizar a los buques de guerra a inspeccionar los mercantes con "los medios proporcionados", cambió las órdenes iniciales dadas a la flotilla en el sentido de controlar únicamente barcos españoles sin recurrir a la fuerza excepto en legítima defensa. Los barcos de la Armada pueden ahora interceptar cualquier barco y utilizar la fuerza si lo consideran necesario.
La misión y el destino final de los buques han estado rodeados, por parte de Defensa, de un halo de misterio. Inicialmente se explicó que irían al Mar Rojo, sin aclarar su localización exacta. El portavoz del ministerio negó aún el jueves que las dos corbetas fuesen al golfo de Áqaba.
El Gobierno español, a diferencia de la mayoría de los otros gabinetes europeos, no anunció su participación en el despliegue militar hasta después de la reunión de la Unión Europea Occidental, el 21 de agosto, en París. El ministro de Defensa aseguró en la capital francesa que la operación del Golfo era "similar" al envío de "cascos azules" españoles a Namibia y Nicaragua. La flotilla no navega, sin embargo, bajo el pabellón azul.
Consecuencias económicas
Paralelamente al análisis de los acontecimientos políticos, el Gobierno inició el estudio de las repercusiones económicas de los distintos escenarios posibles, es decir, las consecuencias que podría tener para los índices de inflación y crecimiento un aumento considerable del precio del barril del petróleo, que para entonces ya había experimentado una notable subida.
Las consecuencias de la crisis hicieron modificar también las previsiones europeas, es decir las relacionadas con la unión económica y monetaria y la unión política de los Doce. inesperadamente, el ministro de Economía, Carlos Solchaga, anunció en la última reunión de la CE, en Roma, que apoyaría un retraso en los planes expuestos por el presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors.
Medios diplomáticos estiman que el auge de la tensión en Oriente Próximo puede influir también en la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa, que Felipe González tiene previsto inaugurar dentro de dos semanas en Mallorca, con un discurso de presentación del ambicioso proyecto de una CSCE para el Mediterráneo.
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