Reabierto el puente bloqueado por los indios canadienses
Los cuatro carriles del puente Mercier, una de las principales vías de acceso a Montreal, se reabrieron ayer al tráfico por primera vez en ocho semanas. Los primeros conductores que cruzaron el puente lo hicieron a través de una columna de vehículos militares y soldados armados con fusiles de asalto. Su presencia indicaba claramente que la crisis provocada por los indios mohawks aún sigue latente.
Los automovilistas que cruzaban el puente Mercier hacían sonar el claxon de sus coches. Estaban contentos, y no había para menos. Este puente convierte un largo recorrido de tres horas en un cómodo paseo de 10 minutos.
Ajenos a esta escena del puente Mercier, indios de las provincias de Ontario y New Brunswick mantuvieron ayer pequeños enfrentamientos con las autoridades, sin que se registraran heridos. La guerra india iniciada por los mohawks para evitar que se construyera un campo de golf en un territorio que ellos calificaban de sagrado ha abierto una grieta social en Canadá.
Un total de 30 miembros de la tribu india mohawk pidieron ayer asilo político al Gobierno español, solicitando la mediación de la sección española de Survival International, según explicó a este diario el antropólogo español Ginés Serrán-Pagán, un conocido defensor de los derechos de los indios norteamericanos.
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