La Xunta amenaza con enfrentarse al Gobierno por el plan de autovías

La Xunta de Galicia está dispuesta a un enfrentamiento directo con el Gobierno si el Ministerio de Obras Públicas no accede a modificar el primer plan de carreteras del Estado para que esta comunidad autónoma pueda tener dos nuevas autovías de acceso antes de 1990. El ministro de ese departamento, Javier Sáenz Cosculluela, se entrevistará el próximo lunes en Santiago de Compostela con el presidente de la Xunta, Manuel Fraga Iribarne.

Esta reunión parece la última oportunidad de alcanzar un acuerdo entre ambas administraciones y evitar que su relación "se deteriore gravemente", en expresión de un portavoz del Ejecutivo autónomo.Si la reunión entre Fraga y Cosculluela no logra acercar sus posturas, la Xunta espera todavía una intervención personal del presidente del Gobierno en las negociaciones.

Dirigentes regionales del PSOE negociaban anoche con altos cargos de la Xunta la posibilidad de llegar a un pacto para que en la reunión de lunes se pudiera evitar la ruptura total de las negociaciones.

La visita de Sáenz Cosculluela es esperada en Santiago con gran expectación ya que de su resultado depende el futuro de las relaciones entre ambos ejecutivos y la viabilidad de una de las principales iniciativas de Fraga desde que el pasado mes de enero asumiese la presidencia de la Xunta. Nada más finalizar la entrevista el Gobierno gallego celebrará una reunión extraordinaria para definir su postura ante las posibles propuestas del ministro de Obras Públicas.

La construcción de dos nuevas autovías de acceso a Galicia, que enlazarían Lugo con la provincia de León y Orense con Benavente (Zamora), no está prevista hasta el segundo plan de carreteras, que se pondrá en marcha a partir de 1994.

Nada más tomar posesión Fraga reclamó del Gobierno central una variación del proyecto para terminar las obras antes de 1993 e incluso anunció que la Xunta podría anticipar 100.000 millones de pesetas con cargo a sus propios presupuestos.

El Ministerio de Obras Públicas se ha negado hasta ahora a modificar sus planes, aunque podría acortar alguno de los plazos previstos en un principio. De hecho, la propuesta de la Xunta fue presentada el pasado jueves por el Grupo Popular ante el pleno del Senado y chocó con el rechazo de los socialistas.

Construcción inmediata

Sin embargo, durante el debate en la Cámara Alta el PSOE adelantó lo que puede constituir la base principal de una nueva oferta que Cosculluela presentaría a Fraga el próximo lunes. Esta iniciativa, que los socialistas intentaron introducir sin éxito como una enmienda al texto del PP, comportaría el compromiso de adjudicar en 1992 las obras de las dos autovías e iniciar su construcción "de inmediato y a la mayor brevedad posible".Pero la Xunta tampoco considera aceptable esta alternativa y pretende obtener garantías de que las citadas carreteras, que mejorarán las comunicaciones con Galicia, estarían terminadas en 1994 como límite máximo, según manifestaron ayer fuentes de la presidencia del ejecutivo autónomo. Esta disparidad de posturas parece augurar el fracaso de las conversaciones del próximo lunes. Según estas fuentes, Fraga quiere agotar todas las vías posibles de negociación antes del enfrentamiento directo.

Para ello, en los próximos días la propuesta de la Xunta volverá a ser debatida en el Congreso de los Diputados, y en último término el Ejecutivo gallego cree que sería posible un acuerdo si interviniese directamente el presidente del Gobierno.

El titular de la Xunta advirtió el jueves que continuará su lucha "hasta el final".