La escasez de pan afecta ya a Moscú y a otras ciudades soviéticas
La escasez de pan ha golpeado en los últimos días a la capital soviética y a otras ciudades. En la historia rusa, el déficit de este producto básico siempre ha sido el último que ha colmado la, paciencia del pueblo, dando paso a la rebelión.El domingo pasado los moscovitas se encontraron con la sorpresa de que el pan había desaparecido. Hace ya cinco días que la gente debe recorrer numerosas panaderías antes de encontrar pan y hacer largas colas para comprarlo. El alcalde de Moscú, Gavril Popov, tuvo que hablar sobre el problema por televisión para tratar de calmar a la población.
Diariamente se producen 400 toneladas de pan menos de las que necesita la capital. La causa, según el alcalde, es la falta de mano de obra y de transporte. Para solucionar el problema, el Ayuntamiento ha tomado medidas extraordinarias: ha aumentado en un ciento por ciento el sueldo de los que fabrican el pan y, después de las correspondientes conversaciones con el Ministerio de Defensa, se ha movilizado a los reclutas para que ayuden tanto en las fábricas como en el transporte.
Privatizar cuanto antes
La conclusión que Popov ha sacado de esta crisis es que hay que privatizar lo más rápidamente posible las panaderías y los camiones. "Así se hace en todos los países desarrollados, y allí no existen problemas ni con el pan ni con su transporte% comentó el alcalde.
Los obreros del petróleo de Tiumén, por su parte, han presentado un ultimátum al Gobierno, exigiendo un paquete de garantías sociales. Si sus demandas no son cumplidas, se declararán en huelga. Además, ayer, la flota atómica de Múrmansk realizó una huelga de 24 horas con el fin de conseguir que el primer ministro Nikolái Rizhkov firmara un documento con mejoras económicas para los marinos.
La crisis económica se agudiza a escasos días de la reapertura del Parlamento soviético, donde se deberá presentar el programa de paso a la economía de mercado. A juzgar por todo esto, el presidente Mijaíl Gorbachov elegirá el preparado por el grupo de expertos que creó, de común acuerdo con el líder de Rusia, Borís Yeltsin, pero el Gobierno luchará por su propio programa y, consecuentemente, por su supervivencia política. Al menos, así lo ha declarado a este periódico el viceprimer ministro, Leonid Abalkin, adelantando que esta noche Rizhkov contraatacará en la televisión.
El Congreso Constituyente del Partido Comunista de Rusia terminó ayer sus labores, decidiendo postergar la aprobación de su programa de acción y eligiendo un Comité Central bastante conservador.
Gorbachov, que no habló en el marco oficial del congreso, después de clausurado el evento, se reunió durante una hora con los delegados, tratando de convercerles de que la economía de mercado y el socialismo son compatibles.
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