División sindical para combatir las expulsiones de guardias civiles

Las organizaciones sindicales clandestinas de la Guardia Civil no han establecido una estrategia común en respuesta a la expulsión de este cuerpo del sindicalista Joaquín Parra. Este, al que UGT ha reiterado su apoyo, aún no ha tenido notificación oficial de esta medida de sanción, anunciada a fines del pasado agosto.

El Sindicato Unificado de la Guardia Civil (SUGC) advierte de posibles protestas contundentes y de hacer presentaciones públicas de los comités y la Unión Democrática. La Asociación de Cónyuges llega a mencionar la posibilidad del asilo político en las embajadas para los guardias amenazados Por otro lado, UGT ha vuelto ha reiterar la defensa del agente sancionado.El Boletín Oficial del Ministerio de Defensa todavía no ha publicado la sanción de expulsión contra Joaquín Parra ni la de suspensión de destino para Manuel Rosa Recuerda y Manuel Linde, aunque sí lo ha hecho sobre la pérdida de destino de otros cinco guardias civiles por pertenecer a sindicatos clandestinos. El cabo Manuel Rosa Recuerda ha manifestado, a través de dos miembros de la Unión Democrática, que "si Defensa continúa con su dinámica de separar a guardias civiles del cuerpo por sindicalistas, los señalados con tal medida y sus familiares pedirán asilo político en las embajadas".

Josefa García, presidenta de la Asociación de Cónyuges de la Guardia Civil, ha declarado: "Muchos de mis hombres están dispuestos a secundar la acción de la Unión Democrática". José Luis Espino Carrasco, esposo de Josefa García, que fue detenido en su domicilio a principios de verano, ha sido uno de los cinco guardias procesados por pertenencia al SUGC, suspendido de funciones en una orden publicada el 29 de agosto en el Boletín Oficial del Ministerio de Defensa.

"Es la antesala de nuevas expulsiones en cadena", manifiesta Josefa García. "Nos están aplicando la ley reguladora del personal militar profesional, cuando existe ya una sentencia de la sección primera de la Audiencia Provincial de Sevilla, de julio de 1989, que señala que la Guardia Civil sólo tiene carácter militar en tiempos de guerra y estados de sitio".

El actual secretario general del SUGC, Patxi, nada más conocer la amenaza de sanción contra Parra, Rosa y Linde, se apresuró a manifestar el apoyo total del sindicato. Este mismo portavoz aplazó para una próxima reunión de la ejecutiva del SUGC la concreción de "reacciones contundentes", que en primer lugar podrían basarse en hacer presentaciones públicas de los comités del sindicato. Patxi aseguró: "No vamos a permitir este paso atrás".

Patxi resumió, en estos momentos, la situación de los sindicatos del instituto armado con una frase: "Nos jugamos mucho y si no hay una respuesta fuerte puede pensar (el Gobierno) que no tenemos implantación".

Parra, de vacaciones en Murcia tras su excarcelación el 23 de agosto en Palencia, no entiende porque se ha estudiado ahora su expediente (instruido hace un año) cuando parecía archivado y sobre todo no asume el castigo. "La única orden que se me dio es que me incorpore dentro de veinte días a mi nuevo destino, en la sierra de Benimantell (Alicante) y yo, por tanto, sigo siendo guardia civil, tengo mi arma reglamentaria y mi uniforme", agrega este sindicalista.