La futura N-VI 'pierde' dos carriles de los 10 previstos a fin de respetar los actuales accesos

El proyecto de ampliación de la carretera de La Coruña, cuyas obras comenzarán en diciembre, ha sufrido retoques. Los 10 carriles útiles previstos -cuatro por sentido y dos reversibles- se quedarán finalmente en ocho, ya que dos de ellos se destinarán a vías de servicio. Esta modificación del proyecto original tiene su cara y su cruz para los propietarios de los terrenos colindantes a la autovía. La cara: los accesos directos a la N-VI se respetarán. La cruz: será necesario expropiar más de lo previsto.

El Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU) ha tenido que alterar el proyecto original de ampliación de la N-VI con el fin de no retrasar el comienzo de las obras que afectarán al tramo comprendido entre Puerta de Hierro y Villalba. Los técnicos del MOPU habían previsto en principio ampliar la calzada a cuatro carriles por sentido y añadir dos reversibles que darían servicio de entrada o salida en función de las necesidades del caudal circulatorio.Pero este diseño requería cegar los múltiples accesos que desembocan en la N-VI desde comercios, restaurantes, tiendas y urbanizaciones privadas y que, debido a su trazado en perpendicular a la autovía, son considerados como peligrosos. Para no aislar a estas edificaciones vecinas a la carretera, el MOPU proyectó un viario interior, cuya ejecución corresponde a los ayuntamientos afectados (Madrid, Majadahonda y Las Rozas).

El ministerio ha considerado, sin embargo, que esperar a que los municipios hagan su parte podría implicar un retraso importante y ha optado por otra solución: destinar los carriles éxtremos -uno por sentido- a vía de servicio independizada de los reservados a la circulación. rápida.

Con esta alternativa, según los responsables del proyecto, se podrán respetar los actuales accesos, tal y como reivindicaban algunos afectados por las expropiaciones, que consideraban mortal para sus negocios el cierre de la entrada principal a su establecimiento.

José Pérez Arribas, propietario del restaurante La Pérgola y uno de los coordinadores de la asociación de afectados por la ampliación, pensó desde que el fantasma de la expropiación se cernió sobre su local que debía cerrar si le cortaban el acceso desde la N-VI. Ahora que ha salvado la entrada principal, Pérez Arribas no está más tranquilo. "Seguimos esperando a que el MOPU nos comunique sus intenciones. La batalla no ha empezado".

Colapso total para 1992

El MOPU se embarcó en el proyecto de ampliar la N-VI después de que un estudio técnico previera para 1992 el colapso total de la autovía. Actualmente circulan por la carretera 7.500 vehículos a la hora, cuando la capacidad máxima ideal es de 5.000.

Pero los nuevos carriles precisaban 12 metros extras de terreno por lado desde la raya blanca. El encaje supone morder jardines y piscinas privados, aparcamientos de clubes deportivos, patios de recreo de colegios, terrazas de restaurantes y hasta la valla de seguridad del Centro Superior de Investigación de la Defensa (Cesid). En total, casi 240 titulares deben ceder al MOPU, en expropiación forzosa, unos 188.000 metros cuadrados de terreno.

Pero el primer cálculo se ha quedado corto. Destinar a vía de servicio dos carriles, que deberán independizarse con una mediana del centro de la calzada, supone arañar más metros de los previstos en algunas partes del trayecto. La sorpresa para los propietarios llegará en septiembre, cuando sean definitivas las actas de ocupación.

El MOPU ha dividido el proyecto en tres tramos (Puerta de Hierro-Aravaca, Aravaca-Las Rozas y Las Rozas-Villalba). En diciembre comenzarán las obras del primero, cuyo proyecto se licitará en septiembre. Este tramo, evaluado en 2.108 millones de pesetas, tardará en construirse 14 meses. Hasta que no se ultimen los otros dos, los carriles reversibles se habilitarán sólo en sentido Madrid, que es, según los técnicos, el que tiene la hora punta menos flexible.

La obra en este trazado precisa la construcción de un nuevo puente sobre el río Manzanares. También se utilizará un pavimento especial que amortiguará el ruido y tendrá cualidades drenantes.