_
_
_
_
GUERRA EN EL GOLFO

Turquía pasa factura

Ankara espera que Occidente pague los servicios prestados al alinearse contra Irak

ENVIADA ESPECIALLa crisis del Golfo ha colocado nuevamente a Turquía en el punto de mira de los intereses occidentales. La crisis del comunismo y el fin de la guerra fría habían quitado protagonismo a este país que se empeñó durante años en detenerlo y que ahora vuelve a recuperar su papel de puerta entre Oriente y Occidente, cristianismo e islamismo. Ankara no ha dudado de que su sitio estaba con sus aliados de la OTAN, pero esta vez parece dispuesta a pasar factura a los países industrializados. Estados Unidos, la Comunidad Europea, Arabia Saudí y Kuwait quieren compensar económicamente a Turquía por las pérdidas que le suponga el cierre del oleoducto de Irak y la supresión del comercio con este país, ahora un enemigo. Pero Ankara quiere ante todo una compensación política, "que se le reconozca" que ha optado por Occidente y que se le deje entrar en la CE.

Fuentes de la CE "aprecian" el gesto turco pero descartan, por ahora, la posibilidad de dar el salto desde un Estado con el que se tienen relaciones privilegiadas a otro plenamente integrado en la Comunidad.. "No hay que olvidar que Grecia es uno de los Doce". Este comentario es tal vez el que más hiere a Turquía, enfrentado a su vecino y aliado, sobre todo por la soberanía en el mar Egeo, que ambos países comparten, y Chipre, cuya parte norte está ocupada por las tropas de Ankara desde 1974.Para Ankara ha llegado el momento de que Estados Unidos deje de darle 10 dólares por cada 7 que da a Grecia. De la Comunidad, sin embargo, lo que exige son "beneficios políticos" y que se la trate con el mismo rasero que a Atenas.

La oposición critica al gobernante Partido de la Madre Patria (PMP) "su precipitación y rigidez" en aplicar un embargo que ocasionará 4.000 millones de dólares anuales en pérdidas, además del aumento en el gasto militar. Pero fuentes diplomáticas aseguran que esa firmeza tiene como fin "evitar presiones mayores".

Hasta ahora, Turquía ha rechazado el envío de tropas al Golfo y se ha negado a que las 20 bases y puntos de observación y escucha de EE UU -en los últimos meses ha cerrado algunos- para vigilar a la Unión Soviética sean utilizados para atacar a Irak.

No obstante, el Parlamento, un 65% de cuyos miembros es del PMP, ya ha autorizado al presidente a declarar la guerra y movilizar tropas cuando lo considere conveniente "en defensa" del país. Este argumento fue el esgrimido por George Bush para enviar tropas a Arabia Saudí.

El Gobierno niega que los aviones invisibles enviados por EE UU a la zona hace tres días estén en territorio turco. Sin embargo, el diario liberal Milliyet (La Nación) asegura que han aterrizado en la base nortamericana de Incirilk, la más importante de Turquía, situada al sur del país, cerca de la terminal del oleoducto iraquí. También en los dos últimos días, Ankara ha reforzado la defensa área y todos los movimientos de aviones deben comunicarse al Ministerio de Asuntos Exteriores.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

En la calle nadie parece creerse que el país pueda entrar en guerra. Unos turistas españoles, de los muchos que pasan sus vacaciones en este país, señalaban asombrados que habían conocido aun grupo de jóvenes que mañana lunes comenzará su servicio militar y que no le daban importancia a lo que ocurre en el Golfo.

Lo que más preocupa en la calle es el aumento de la inflación que va a producir la crisis. El Gobierno pretendía haberla reducido este año del 73% de 1989 al 40%, pero los más optimistas indican que con la subida del petróleo y la falta de negocios con Irak, el tercer socio comercial de Turquía, no bajará del 50%.

"Sería estúpido que Irak abriese otro frente en Turquía. El haber aceptado de forma incondicional las exigencias de Irán para establecer la paz entre los dos países demuestra que quiere tener seguridad en este frente", señala un diplomático. El Gobierno, por si acaso, ha reforzado su dispositivo militar en la frontera y en los alrededores de la presa de Ataturk, eje de un gigantesco, proyecto que ha creado cierta tensión con Bagdad, que acusa a Ankara de apropiarse ilegalmente de las aguas del Éufrates.

Máscaras antigás

El diario Gunaidir, (Buenos Días), asegura que la fábrica de máscaras de gas de Ankara ha doblado su producción y que, tanto los militares como los civiles de la zona fronteriza, de 240 kilómetros de larga, y del área de la presa, han sido provistos de máscaras contra armas químicas.

El primer ministro en el exilio de Kuwait estuvo días atrás en Ankara y ha ofrecido 1.000 millones de dólares por el apoyo de este país a su causa. Arabia Saudí se ha comprometido a suministrar a Turquía el petróleo que recibía de Irak, y que afortunadamente ya se había reducido desde un 60% del total del consumo, el año pasado, a un 40% este año, antes de estallar la crisis. Estados Unidos le entregará los 40 cazas Phantom cuya venta no había autorizado el Congreso, y 1.200 millones de dólares en armamento y equipo. De la ayuda de la CE aún no se sabe nada.

Todo esto no son más que promesas y, si estalla el conflicto en la región, será muy difícil compensar a Turquía que se quedará donde está con más de un 95% su territorio en Asia, concretamente en Oriente Próximo, y el resto en Europa, y con un 99% de su población musulmana. Si es cierto lo que ha publicado el periodista Mehmet Alí Mirand -que "en Turquía se están realizando ciertas operaciones militares para derrocar a Sadam Husein"-, esta implicación directa del antiguo imperio otomano en contra de un dirigente de lo que fueron sus territorios, puede volverse contra Turquía.

Aunque hasta ahora no ha habido manifestaciones en con tra de la presencia de tropas norteamericanas en Arabia Saudí, tanto la oposición, como la Prensa como el mundo empresarial y religioso es cada día más crítico con Ozal por haber inclinado su balanza hacia Washington sin ni tan siquiera haber hablado con el presiden te iraquí.

Por otra parte Ankara ha escuchado con estupor uno de los planes el espionaje norteamericano, que pasa por armar a los kurdos iraquíes para que sean ellos los que derroquen a Sadam. Los independentistas kurdos son el talón de Aquiles de Turquía y cualquier movimiento en esa zona es meterse en terreno patanoso.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_