El coche bomba que estalló en Burgos fue alquilado en Valladolid 10 días antes

El coche bomba utilizado el viernes en Burgos contra la comisaría de esta localidad y que causó daños superiores a los 1.000 millones de pesetas -en una primera estimación de los mismos- había sido alquilado 10 días antes en Valladolid. La única persona ingresada tras la explosión, que causó 48 heridos, Pilar Espiga García, continúa en observación en el hospital General Yagüe, sin que su estado revista gravedad. El ministro del Interior, José Luis Corcuera, y el director general de la Policía, José María Rodríguez Colorado, se desplazaron ayer a Burgos. Corcuera pidió a los dirigentes de Herri Batasuna (HB) que se pronuncien sobre el atentado y calificó de "bestias" a los autores del mismo.

El Opel Kadett matrícula de Barcelona y de color azul fue aparcado alas 19 horas del jueves en las cercanías de la comisaría contra la que se atentó. Una zona en la que la vigilancia es relativa debido a que son muchos los ciudadanos que dejan estacionados sus vehículos al existir una zona de viviendas próxima. Ninguna llamada avisó de la colocación de dicho artefacto, según comunicaron en el Gobierno Civil de Burgos.El coche-bomba estacionado en las inmediaciones de la comisaría de Burgos no ha introducido elementos nuevos por parte de la organización terrorista ETA, que ha empleado el mismo sistema en 30 ocasiones anteriores. Los 50 kilos de amonal se encontraban en el interior del automóvil y los terroristas tuvieron que conducir e coche, con el explosivo dentro, hasta el lugar en el que estuvo durante más de 12 horas.

La colocación en un zulo de Irún a finales del mes de julio de un aparato de control remoto para automóviles hizo sospechar a la Policía que en las nuevas acciones en las que ETA utilizas coches-bomba para cometer atentados pudiese emplear este sistema, lo que implicaría un riesgo menor para los comandos de la organización terrorista a la hora de llevar a cabo las acciones.

El empleo de coches controlados desde una distancia suficiente para no hacer peligrar la vida de los etarras es algo que la dirección de esta organización ha intentado poner en. práctica desde hace años. En algunos papeles que la Policía francesa se ha incautado en las redadas, realizadas en suelo francés contra responsables de la organización terrorista, se ha descubierto que ésta había estudiado esa posibilidad y que era una de las metas a conseguir para los coches-bomba.

El ministro del Interior, José Luis Corcuera, interrumpió sus vacaciones para constatar los efectos de la explosión de coche bomba que el pasado viernes destruyó parcialmente la comisaría central de Burgos. Corcuera, -informa Efe- tras recorrer las instalaciones, calificó de "bestias" a los autores del atentado. "Sería bueno que los Idígoras, Iruines, Aizpurúas y algunos otros dijeran algo en relación con semejante barbaridad cometida por quienes en absoluto defienden ningún interés ciudadano, ni vasco ni de cualquier otro colectivo" añadió.

Estacionado el jueves

El ministro fue recibido por el presidente del Senado, José Luis Laborda, y por el director general de la Policía, José María Rodríguez Colorado, que también llegó a Burgos la mañana de ayer. Rodríguez Colorado señaló que el coche bomba había sido estacionado en las proximidades de la comisaría hacia las siete de la tarde del pasado jueves.

Por su parte el alcalde de Burgos, José María Peña, pidió mayor protección policial para la ciudad "que cuenta con una plantilla infravalorada" dijo, "por ser considerada como ciudad sin riesgo, cuando los hechos están demostrando lo contrario".