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La psiquiatra Carmen Sánchez afirma que un "hijo no es un remedio terapéutico"

"Un hijo no es un remedio terapéutico. Es una persona, y no tiene que solucionar los problemas de un adulto", afirma tajantemente Carmen Sáez Buenaventura, psiquiatra, feminista y directora general de la Mujer en la Comunidad de Madrid. Sáez Buenaventura participó ayer en el debate sobre Nuevas tecnologías reproductivas, desarrollado en El Escorial dentro del curso sobre La nueva mujer europea.

Carmen Sáez se negó a dar su opinión sobre el caso concreto de Esperanza Martín, una mujer de Mataró autorizada por el juez José Antonio Córdoba a tener una niña para superar la depresión que padece tras alumbrar sólo varones. "Es un tema muy vidrioso que no conozco en profundidad y se puede acentuar negativamente la situación de la mujer. No quiero, además, contribuir a frivolizar aún más de lo que ya se ha hecho con ese caso", afirmó la directora general de la Mujer en Madrid.Por otra parte, José Antonio Córdoba declaró ayer a la agencia Efe que el recurso presentado por la Fiscalía de Barcelona contra su resolución está bien fundamentado desde el punto de vista legal y médico. El fiscal jefe de Barcelona, Alejandro del Toro, argumenta en su recurso que Esperanza Martín, no goza de buen estado psicofísico y no existe un fin terapéutico que justifique la selección de sexo. La sentencia recurrida se tomó teniendo en cuenta la opinión de dos psiquiatras favorables a que Esperanza Martín pueda tener una hija para solucionar su temor de soledad en la vejez.

Carmen Sáez no dudó, en cambio, en dar su opinión profesional sobre la tendencia, aún imperante en muchos facultativos, de buscar en la maternidad la solución a diversos trastornos que padecen las mujeres. "Cuando se recomienda tener un hijo en esas circunstancias se incurren en una falta de rigor científico considerable. Las cosas no se curan porque las mujeres tengan menstruaciones regulares, estén casadas o tengan hijos. Cuándo se afirma eso no están pensando con seriedad en la madre ni en el hijo. No piensan que una niña ha de ser una persona, no un lazarillo. Algunas mujeres viven la maternidad con ingenuidad; cuando tienen un hijo caen en la cuenta de que no es así de rosa y hacen crisis. Otras, en cambio, con los hijos tienen una mayor vivencia de la realidad y asumen sus responsabilidades. Ser madre tiene su cara y su cruz: no trae la felicidad ni la desgracia", afirma Carmen Sáez.

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