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GUERRA EN EL GOLFO

Sadam Husein planeó la invasión de Kuwait en 1986

La llegada masiva de fuerzas internacionales de tierra y navales al Golfo y la creciente comprensión de que el presidente Sadam Husein había planeado su invasión de Kuwait hace ni más ni menos que cinco años han convencido a los dirigentes del golfo Pérsico de que la guerra puede ser inevitable. En Arabia Saudí y otros países del Golfo los Gobiernos se están preparando para un conflicto sin precedentes en Oriente Próximo, conscientes de que sus efectos pueden ser una onda que se expanda por todo el mundo árabe.Un antiguo ministro iraquí ha revelado en una conversación privada que Husein planeó invadir Kuwait en 1986, cuando el emirato ayudaba a financiar a Irak en su guerra contra Irán. Sin embargo, "la decisión final de invadir debe de haberse tomado uno o dos meses antes de la invasión", precisó. "La primera señal de lo que iba a hacer Sadam Husein la dio él mismo en la cumbre de Bagdad, del pasado mayo, aunque no nos dimos cuenta en ese momento. En una sesión a puerta cerrada, Sadam dio muestras de que estaba preocupado por el estado de su economía. "La caída del precio del petróleo está debilitándonos", aseguró. "Y añadió que no podía sobrevivir si los precios del petróleo se mantenían como estaban. Yo estaba allí y todos le oímos decirlo, pero no nos dimos cuenta de lo que significaba".

Los ministros árabes han sido informados recientemente de que un ataque de penetración en el territorio entre Kuwait e Irak -que aislaría al ejército de Sadam en el antiguo emirato de su vía de suministros con Basora- podría ser la primera opción en el caso de un conflicto.

Los cinco Estados del Consejo de Cooperación del Golfo que todavía mantienen su territorio intacto han acordado conceder todo tipo de facilidades militares a los Ejércitos de sus vecinos.

Aunque el Consejo de Cooperación del Golfo se mantuvo dolorosa y embarazosamente en silencio tras la invasión, los países del Golfo están recobrando valor con su determinación de resistir la agresión. Un ministro saudí explicó que el restablecimiento de la soberanía de Kuwait era esencial, no tanto porque la familia Al Sabah tenía que ser restaurada sino porque no podía permitirse que la ocupación de Kuwait sentara un precedente.

"No podemos volver a la ley de la jungla", dijo. "Es una cuestión de principios que esta agresión fracase. Tratamos con un sistema (Irak) que ha atacado al mundo entero. No sé la trascendencia que tendrá una guerra, pero mucha gente cree que Irak no puede solucionar sus problemas, sobre todo su supervivencia, si simplemente se retira de Kuwait. Los árabes no deben entregarse a una estupidez sentimental". Con ello, el ministro se refería al creciente coro de críticas en el seno del mundo árabe contra la presencia de tropas norteamericanas en Arabia Saudí. El nacionalismo árabe el sentimiento real con el que Sadam Husein está jugando y Occidente corre todavía el peligro de ignorarlo. Es evidente que los norteamericanos no lo entendieron cuando desecharon su oferta la noche del domingo de retirarse de Kuwait a cambio de una retirada israelí de los territorios ocupados y de Gaza y de que los sirios se fuesen de Líbano.

Los occidentales vieron su discurso como una prueba de su locura y sus delirios. Pero Husein no se dirigía a Occidente en su discurso televisado: estaba hablando a los árabes, y hay muchos que sentirán una simpatía instintiva hacia su proposición.

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