Mejor mirar a los famosos
A los toros de Bohórquez y Tassara, corridos ayer en Palma, debieron hacerles el tercio de varas en el barco que los transportó. Cuesta trabajo creer que la bella estampa que lucen en el campo y la pujanza de su temperamento quede eclipsada tras su aparición en la plaza. Cuesta creerlo, en verdad, y de no remediarlo alguien van a ser los propios taurinos quienes acaben con la fiesta.Cabe pensar que la autoridad competente algo tendrá que decir en todo esto, so pena que, como ayer, el responsable del palco aguantó inválidos en el ruedo a pesar de la fuerte bronca que escuchó por mantener al 3º de la tarde. Precisamente ese inválido le tocó a Julio Aparicio, que si bien su campaña novilleril la fraguó ante becerros impresentables, parece ser que su carrera continúa, como matador, ante borregos inválidos. Ni ese borrego y menos su segundo, ambos inválidos, debieron de saltar al ruedo de Palma si lo que pretende la nueva empresa es -como cantan a todas horas- recuperar esta plaza.
Bohórquez / Vázquez, Cepeda, Aparicio
Cinco toros de Bohórquez y uno de Flores Tassara. Todos discretos de presencia, inválidos y mansos. Curro Vázquez: estocada atravesada, rueda de peones, seis descabellos (silencio); estocada en la cruz (palmas con saludos tercio). Fernando Cepeda: tres pinchazos, tres descabellos (palmas, saludos tercio); bajonazo (una oreja turística). Julio Aparicio: dos pinchazos, media estocada baja (palmas, saludos tercio); media estocada bajísima (palmas con algunos pitos).Plaza de toros de Palma, 14 de agosto. Quinta corrida de feria. Aforo: más de un cuarto de plaza.
No fueron muy diferentes los lidiados por un Curro Vázquez, fugaz y precavido, y Fernando Cepeda, pletórico con el pico de la muleta.
La presencia de un público famoso en barrera y tendidos sirve y de mucho en este tipo de festejos sosos y anodinos, por ejemplo, un par de aficionados llegados de Inca admiraban la belleza de Carmina Ordóñez, mientras Aparicio levantaba del suelo a sus borregos. Otros aficionados al fútbol, señalaban alegres la contrabarrera en donde estaba el presidente del Real Madrid, Mendoza, y no menos fue la admiración de unas señoras de edad al comprobar que junto a ellas estaba Charo Pascual, como ellas la decían: "Mira tú, la chica del tiempo". ¿Ven ustedes cómo en tardes taurinas de aburrimiento no viene mal la presencia de los famosos?
Babelia
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