La educación de Hacienda

Quisiera relatar a través de su periódico las peripecias por las que he tenido que pasar para conseguir que Hacienda ingresase en mi cuenta corriente la cantidad a devolver de mi declaración de la renta de 1989.Al llegar el 31 de mayo y observar que Hacienda no me había efectuado la devolución, en los primeros días de junio me presenté en la Delegación de Hacienda de la calle de Montalbán con el fin de investigar el asunto, y cuál no sería mi asombro cuando me informan que la devolución es imposible de efectuar por estar pendiente de pago el segundo plazo de la declaración de la renta de 1986. Entonces recordé que en julio de 1989 recibí una comunicación de Hacienda en la que se me reclamaba por vía de apremio el citado segundo plazo. Inmediatamente contesté en carta certificada y con acuse de recibo, enviando fotocopia del pago que yo había realizado en su momento, y di el asunto por terminado con la llegada del acuse de recibo.

Casi un año después, Hacienda seguía insistiendo en que no había recibido el abono del citado segundo plazo. Tuve que solicitar una certíficación de mi banco en la que se hiciese constar a qué cuenta había transferido este importe. El Banco Hispano Americano había hecho el abono correctamente y en su momento. Cuando llevé la certificación a Hacienda, un funcionario joven me dice que el error (a su juicio) se ha producido por haber hecho yo la declaración de la renta a mi nombre y no al de mi marido, que debía ser el titular.

Felizmente, el 31 de Julio, después de tener que ausentarme de mi trabajo en cuatro ocasiones (Hacienda no funciona ni tardes, ni sábados), recibo la cantidad a devolver, sin ningún tipo de excusa. Si Hacienda somos todos, yo me pregunto si todos estamos tan mal educados.-