El Defensor del Pueblo critica las condiciones de privilegio en que cumple su condena Tejero
El defensor del pueblo, Álvaro Gil-Robles, ha criticado las condiciones de privilegio, comparadas con las de otros reclusos, en que cumple su condena a 30 años de cárcel por rebelión militar el ex teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero Molina. La crítica, incluida en el último informe enviado por Gil-Robles a las Cortes, ha pasado inadvertida, porque no menciona el nombre de Tejero, único de los condenados por el 23-F que continúa en prisión. Fuentes próximas al Defensor del Pueblo han reconocido que se refiere al ex militar golpista la alusión contenida en su informe.
El último informe anual, correspondiente a 1989, remitido por el Defensor del Pueblo al Parlamento, dedica una amplio capítulo a la situación de las prisiones militares. El apartado 12.1.10.2. del mismo pasa revista a las condiciones de dichos establecimientos penitenciarios y, en sus conclusiones, recomienda "mejorar las condiciones de algunas celdas de reclusión, destinadas fundamentalmente a soldados".Tras señalar que varias celdas de las prisiones de Melilla o Illetas (Mallorca) "no reúnen las condiciones precisas o carecen de material necesario para una digna reclusión de personas" y que, en la cárcel de La Carraca (Cádiz), los internos se quejaron al Defensor del Pueblo de la existencia de ratas en los retretes, Gil-Robles desliza su crítica a las comodidades de Tejero: "Esta situación", señala, "tiene su contraste con la detectada en otras prisiones, como la de Figueras, en la que un interno procedente del empleo de jefe, además de su habituación individual, tenía otra a su disposición para estudio de pintura y proyección de películas de vídeo".
En el castillo de San Fernando de Figueras (Gerona), construido en el siglo XVIII, sólo están internados cuatro oficiales y tres suboficiales, además de Tejero, al que, por haber perdido la condición de militar, califica el informe como "interno procedente del empleo de jefe".
Condiciones de la cárcel
A pesar de su antigüedad, el inmueble "reúne un aceptable estado de conservación y normales condiciones de habitabilidad", según el Defensor del Pueblo. La prisión dispone de "un amplio jardín, que tiene anexo un espacio para la práctica de actividades deportivas"; así como "salas de visitas, de televisión, biblioteca, enfermería, capilla y gimnasio, y una cocina para elaborarse sus propias comidas".
Las 20 habitaciones, para oficiales y suboficiales, cuentan todas "con la dotación de muebles suficiente y agua caliente y calefacción". Como los demás reclusos de las prisiones militares, los internos en Figueras no suelen disfrutar de permisos de salida, debido al reglamento penitenciario castrense (el juez negó un permiso a Tejero las pasadas navidades), pero, en cambio, no tienen restricción alguna "en cuanto a la recepción de visitas o la utilización del teléfono".
Según fuentes próximas a la cárcel de Figueras, cuando Tejero llegó a la misma mandó construir un corral en el jardín. El cuidado de estos animales, la práctica del frontón, la pintura de cuadros que vende a sus amigos y admiradores, y la visión de películas ocupan sus largas horas de ocio, ya que no hay ninguna actividad de tipo penitenciario. Además, recibe numerosas visitas, en el cuarto anejo a su dormitorio, a las que agasaja con los productos de su bodega particular.
Tras la salida en libertad condicional del ex teniente general Jaime Milans del Bosch, el pasado 1 de julio, Tejero es el único condenado por la intentona golpista que sigue en, prisión. Fuentes jurídicas consideran, sin embargo, que el ex teniente coronel obtendrá la libertad condicional el próximo 24 de febrero, al cumplirse el décimo aniversario del 23-F; o, al menos, el régimen abierto, si para esa fecha se ha aprobado ya el nuevo reglamento penitenciario castrense.
El Defensor del Pueblo realizó una serie de visitas, entre 1988 y 1989, a las prisiones militares; como consecuencia de las cuales el Ministerio de Defensa mejoró las condiciones de cuatro de ellas y cerró otras cinco: Carranza (Ferrol), María Cristina (Melilla), Santa Catalina (Cádiz), la Carraca (San Fernando) e Illetas (Palma de Mallorca).
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