Los precios de la gasolina en EE UU se revisan por minutos

La invasión iraquí de Kuwait comienza a afectar la plácida existencia de los trabajadores de la gasolinera Exxon, que se halla situada en el cruce de la Wisconsin Avenue y la calle P, en el corazón del barrio de Georgetown, en Washington. Los precios de la gasolina subían por minutos -aunque a última hora de ayer la espectacular escalada se frenaba- y nadie sabe como explicar a los automovilistas las causas por las que se está produciendo esta situación que afecta directamente al bolsillo de los ciudadanos norteamericanos.Lo mismo ocurre en el resto de las gasolineras estadounidenses donde el precio de la gasolina Amoco, Shell, Texaco o Chevron se ha disparado al registrarse aumentos entre 4 y 15 centavos por galón (3,750 litros) en sólo tres días. El precio medio del galón de gasolina normal, sin plomo, era ayer de 1,186 dólares, lo que representa un total de 30,6 pesetas por litro.

La Administración del presidente George Bush ha reaccionado también ante esta escalada de precios. El portavoz de la Casa Blanca, Martin Fitzwater, ha hecho pública la preocupación del Gobierno por esta repentina subida del precio de la gasolina. Fitzwater ha explicado que las compañías petroleras norteamericanas deberían controlar sus tarifas, "porque algunas de las subidas registradas no eran necesarias".

La preocupación de la Casa Blanca se ha unido a las protestas de los automovilistas y consumidores y también a la ínvestigación que ha iniciado el Congreso, donde una comisión del Senado está controlando el efecto, de la crisis del Golfo en EE UU.

El líder republicano en el Senado, Robert Dole, representante de Kansas, ha enviado una carta al fiscal general en la que le explica su preocupación por el alza injustificada de precios, a la que Dole ha calificado de "chantaje". "Chantaje es un calificativo duro pero describe perfectamente la situación que estamos presenciando", ha escrito el senador republicano, mientras uno de sus compañeros de la Cámara, el demócrata por Connecticut, Joseph Liberman, ha declarado que esta subida no tiene "ninguna justificación" y que algunas multinacionales "se quieren beneficiar de esta crisis".

El Departamento de Justicia también ha explicado que estudiará el aumento de los precios del crudo que ha seguido a la invasión de Kuwait, prometiendo al consumidor que perseguirá "vigorosamente a las compañías que violen las leyes federales que afectan a los precios del crudo", según ha declarado James Rill, fiscal general adjunto.

Tarifas aéreas

Los departamentos de Energía y Transporte han iniciado asimismo sus propias investigaciones mientras el precio de los galones de gasolina varían hora tras hora. Según la American Automobile Association (AAA) los precios se han disparado especialmente en Alaska y California.

Los precios de la gasolina comenzaron a aumentar rápidamente el pasado lunes, cinco días después de la entrada de los tanques iraquíes en Kuwait. El precio del barril alcanzó inmediatamente los 28 dólares.

Uno de los sectores donde ha habido reacción casi inmediata ha sido el del transporte aéreo. Dos compañías estadounidenses, Pan Am y Northwest, decidieron un incremento de las tarifas, que en el caso de Pan Am es del 10%.

Un ataque militar norteamericano contra Irak significaría una convulsión financiera mundial. La situación sería aún mucho más grave si el presidente iraquí, Saddan Hussein, decidiera invadir Arabia Saudí, que es el mayor productor mundial de petróleo.

EE UU importa el 49,9% del petróleo que consume, según el Departamento de Energía norteamericano. Ese petróleo procede de Arabia Saudí (15%), Venezuela (12%), Nigeria (11,2%), Canadá (11%), México (8,5%) e Iraq (7,3%). El resto (35%) procede de otros miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).