Dos divisiones azules
Frente al lavado de cara de los primera democracia municipal, algunas capitales han cambiado sus calles recientemente, en los últimos cuatro años. Zaragoza, Sevilla, Logroño, Cáceres, Zamora y Valencia tenían a Franco en el callejero en 1986, si no miente la última edición de la guía del Código Postal. Logroño lleva tres años con su avenida de la Paz, después de guardar las placas franquistas. Zamora ha cambiado al dictador por el Príncipe de Asturias y la calle de José Antonio es Alfonso XI. Cáceres lleva tres semanas con su recuperada calle de Pintores -en vez de Generalísimo- y con Barrio Nuevo (léase separado) sustituyendo al fundador de Falange. Los Defensores del Alcázar de Toledo han dejado paso a la Gran Vía.
Para otros puntos de este país, nada ha cambiado. La Rambla del Generalísimo es la vía más importante de Santa Cruz de Tenerife, por ejemplo. Y Cuenca tiene, además del tributo a Franco en forma de plaza, dos divisiones azules: calle y travesía. Junto con el Alférez Provisional, es esta formación, que encaró la conquista de la URSS en la inmediata posguerra, muy popular en los callejeros, aunque no tengan a Franco: Palma, Oviedo, Soria, Segovia o Jaén poseen uno, otro o ambos, según la misma guía del Código Postal.
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