_
_
_
_

El castigo del astro rey

En los últimos 50 años el melanoma maligno ha aumentado un 500%

A pesar de que en los últimos años no se lleva el moreno afro y que ya no existe esa especie de heliofagia que obligaba a permanecer horas y horas al sol, los médicos siguen considerando al astro rey la primera causa de cáncer de piel y advierten sobre otros riesgos -envejecimiento cutáneo prematuro, arrugas, manchas y quemaduras-. Desde que en los años cuarenta la diseñadora Coco Chanel impusiera la moda del bronceado, el sol fue obligatorio. Los dermatólogos afirman que en los últimos 50 años el melanoma maligno, el peor cáncer de piel, ha aumentado un 500%.

Más información
Las coordenadas solares
Bueno, si es breve
Entre el albino y el negro

"Los médicos no queremos ser alarmistas, pero es muy importante que todo el mundo se mentalice de los riesgos que tiene el querer ponerse moreno y el abusar de los baños de sol", dice Angel Simón Merchán, jefe de dermatología de la clínica Puerta de Hierro de Madrid. "En los últimos 50 años, el melanoma maligno, que es el cáncer de piel de peor pronóstico", continúa, "se ha incrementado en un 500% y esto se debe exclusivamente a la moda del bronceado. Aunque este fenómeno se da en todos los países occidentales, se observa una mayor incidencia en aquéllos en donde predominan las razas más blancas, como Australia y los países del Norte de Europa".El primer riesgo de la exposición indiscriminada al sol es el eritema o quemadura, que comienza con un enrojecimiento de la piel y, según su gravedad, va seguido de inflamación, descamación y formación de ampollas. En los casos más serios (la quemadura solar de segundo grado) aparece también fiebre y malestar.

Según señala Simón Merchán, "el envejecimiento prematuro de la piel y la aparición de manchas y arrugas son consecuencias que se deben valorar ante el abuso de los baños de sol. "Está comprobado que la piel pierde su elasticidad por la acción destructiva de las radiaciones ultravioleta", afirma Emilio Suárez, también dermatólogo de Puerta de Hierro. Este proceso es acumulativo e irreversible. El daño provocado en la piel no se repara al dejar de tomar el sol, sino que permanece y a él se van sumando los efectos de sucesivas exposiciones", aclara.

"A veces las manchas surgen por el efecto de fotosensibilización que producen ciertos fármacos (anovulatorios, tetraciclinas, sulfamidas y antibióticos). "Por esta razón", dice, "es conveniente consultar con el médico al exponerse al sol siempre que se esté tomando alguna medicación".

Urticarias

Un problema que exige también atención es el de las reacciones alérgicas, que pueden presentarse de muy diferentes maneras. En palabras de Emilio Suárez, muchas veces se trata de una simple intolerancia ante los primeros baños, traducida en una intensa urticaria en las zonas expuestas y que va desapareciendo a medida que la piel se acostumbra al sol. "Sin embargo", advierte, "si la reacción es desproporcionada o persiste, se debe acudir al médico".

"El bronceado o coloración oscura de la piel", explica Simón Merchán, "es un mecanismo de defensa ante la radiación solar. Primero aparece la vasodilatación e inmediatamente se activa el proceso de pigmentación, que está en función de los melanocitos que posee cada tipo de piel".

"La paulatina pero progresiva reducción de la capa de ozono hace que las radiaciones solares que llegan a la tierra sean más peligrosas, al no poder ser debidamente tamizados los rayos ultravioleta C (UVC) por la atmósfera, que son los más dañinos", precisa Simón Merchán. Emilio Suárez hace hincapié en los peligros de las lámparas solares o de rayos UVA.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_