Duce decidió actuar contra ETA tras el atentado de Juan Bravo

El policía Ángel Duce ha manifestado en los interrogatoríos prestados en la Brigada de Información Interior que se decidió a actuar contra ETA y las personas próximas a ella a raíz del sangriento atentado perpetrado por un comando etarra en la calle de Juan Bravo de Madrid, según informaron fuentes cercanas a la investigación.A las 7.22 del 25 de abril de 1986, cinco guardias civiles que viajaban en un Land Rover resultaron muertos por la explosión de un coche bomba colocado en la confluencia de las calles de Juan Bravo y Príncipe de Vergara, en el barrio de Salamanca. La explosión ocasionó heridas graves a otros cuatro agentes, a cuatro civiles y produjo grandes daños en la clínica de Nuestra Señora del Rosario.

Ángel Duce, que entonces prestaba servicio en un coche patrulla de la Brigada de Seguridad Ciudadana fue uno de los primeros policías que llegaron al lugar del atentado. Según su declaración, recuerda que se llevó una gran impresión cuando reconoció el cadáver destrozado de uno de los guardias civiles: se trataba de un compañero de su hermano Enrique, que es miembro del citado cuerpo y además era amigo suyo.

Según han informado las mismas fuentes, Duce ha manifestado ahora que a partir de aquel momento decidió pasar a la acción contra ETA y contra aquellas personas que apoyasen sus actividades criminales.

Viajes a Andorra

El agente, calificado por sus compañeros como "un hombre de gatillo fácil", acompañó en varias ocasiones al joyero López González en sus desplazamientos al Principado de Andorra. La policía supone que el cometido de Duce en tales viajes era únicamente el de servir como salvoconducto para su amigo: se identificaría como funcionario del Cuerpo Nacional de Policía en caso de que surgiera algún problema en los pasos fronterizos.

Medios cercanos a la investigación han asegurado que el grupo ultra ahora desarticulado no tenía ninguna conexión con el gal Georges Mendaille, pese a que este individuo también operaba en Andorra.

Según las hipótesis policiles, el joyero López fue quien presuntamente facilitó a Sáenz de Ynestrillas y a Duce las armas utilizadas para el atentado del hotel Alcalá. Tales armas no han sido encontradas hasta el momento, aunque los encargados del caso creen que fueron arrojadas al pantano de Galapagar

Fuentes policiales indicaron anoche que el juez Baltasar Garzón ha ordenado el encarcelamiento de los implicados en el caso en prisiones separadas.