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Rebeldes y leales se enfrentan en Puerto España

Un fuerte enfrentamiento con ametralladoras y granadas se entrabió ayer en las cercanías del Parlamento de Trinidad y Tobago y de la estación oficial de radio y televisión, que se encuentran en poder de los rebeldes que tratan de derrocar al Gobierno. En el cuarto día de intento golpista, un portavoz gubernamental aseguró está próxima una solución para liberar al primer ministro, Arthur Robinson, y a otros 20 funcionarios cautivos en la sede del Parlamento bajo el poder del grupo musulmán negro de Yasin Abu Bakr.

Las negociaciones para liberar a Robinson se complicaron a partir del domingo cuando los rebeldes musulmanes exigieron la renuncia del primer ministro, la formación de un Gobierno provisional, la celebración de elecciones dentro de tres meses y garantías de inmunidad para los secuestradores. El portavoz gubernamental indicó que de alcanzarse una solución y si se entregan todos los rehenes, los secuestradores podrán irse libremente.El Gobierno norteamericano envió al portaaviones Theodore Roosevelt a la costa de la isla, pero un portavoz del Departamento de Estado aseguró que el Estados Unidos "no tiene planes de intervernir militarmente en ese país.

El primer ministro interino de Jamaica, P. Patterson, anunció anoche que se disponía a enviar un contingente militar a Barbados para que estuviese preparado para intervenir en Trinidad, si el Gobierno de este país lo solicitaba.

Aparentemente Robinson, herido en una pierna al igual que su ministro de Justicia, Selwyn Richardson, según versiones periodísticas locales, ha aceptado renunciar a su cargo y establecer un Gobierno provisional formado por los principales partidos políticos hasta la realización de las elecciones, dijo uno de los rehenes.

En las negociaciones que se realizan en la Casa Roja, sede del Parlamento, rodeado por los militares, participa el sacerdote anglicano Nolly Clarke.

El portavoz de los musulmanes rebeldes, Blal Abdulah, afirmó por la radio estatal que Robinson aceptó renunciar inmediatamente y permitir la instalación de un Gabinete interino que estaría encabezado por Winston Dookeran, actualmente ministro de Planificación y Estrategia, que se encuentra reemplazando al jefe de Gobierno desde el viernes pasado, día del intento de golpe, que ya ha producido cerca de 60 muertes y numerosos heridos.

El líder de los golpistas, Abu Bakr, un ex policía que se ha inspirado en las organizaciones religiosas norteamericanas, dijo a la BBC (radiotelevisión estatal británica) que la sangre derramada en el golpe los ha purificado. Aseguró que ha recibido un total apoyo del pueblo trinitario en la insurreción, admitió que ha contado con asistencia de Libia y se declaró amigo personal del mandatario libio, Muammar el Gaddafi. "Nosotros somos musulmanes. Los libios son musulmanes y hemos cooperado en el pasado con ellos. Nos hemos ayudado mutuamente".

Mientras las negociaciones continuaban con el propósito de ganar tiempo para salvar la vida de los rehenes -aunque no se descarta una operación de asalto-, la población de Puerto España, capital de la isla, aprovechó el conflicto para incendiar y saquear los comercios y las viviendas residenciales sin atender el toque de queda impuesto y el llamamiento de la iglesia anglicana para el cese del pillaje.

Los insurrectos conflian en lograr un pronto acuerdo con Robinson, pero es incierto si llegarán a integrar el nuevo Gobierno provisional o si los 300 seguidores de Abu Bakr serán liquidados por las fuerzas de seguridad.

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