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GOLPE POLICIAL CONTRA EL TERRORISMO 'NEGRO'

El joven 'ultra' juró que vengaría la muerte de su padre

Ricardo Sáenz de Ynestrillas, detenido por su presunta implicación en el asesinato de Josu Muguruza, es hijo del comandante del mismo nombre condenado por su participación en el intento desestabilizador de 1978 conocido como operación galaxia asesinado por el comando Madrid de ETA en junio de 1986.Ricardo era ya conocido en los archivos policiales por sus acciones violentas. El 1 de octubre de 1983, robó, junto con dos compañeros, las armas a una dotación policial que pretendía identificarlos. Los ultras permanecieron huidos durante siete meses (periodo en que se tomó la fotografia que encabeza la información) y pasaron buena parte de este tiempo en Portugal. Fueron detenidos el 6 de abril de 1984, a su regreso a Madrid. Ricardo Sáenz de Ynestrillas fue condenado a cuatro años y tres meses de cárcel, de la que salió en abril de 1986, con la condena cumplida. Dos meses después era asesinado su padre en una céntrica calle de Madrid.

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"Es el fin, ya nada me importa, pensé entonces. Quería vengarme", declaró en Panorama a la periodista Charo Nogueira, "pero sentí una impotencia bestial. ¿Contra quién iba a tomar la revancha? No encontraba la manera de responder a la muerte de mi padre. Me he dado cuenta de que la mayoría de las ideas que defendía eran pura retórica".

El 14 de noviembre de 1989 -sólo seis días antes del asesinato de Muguruza- Ricardo y su hermano Martín goIpearon los cristales blindados de la Sala Antiterrorista de la Audiencia Nacional que los separaban de los etarras acusados del asesinato de su padre. Ricardo aseguró que se vengaría.

Temprana militancia

Ricardo Sáenz de Ynestrillas entró en 1976, cuando solamente contaba 11 años, en la Centuria de Aspirantes de Fuerza Joven, la rama más combativa del partido que dirigía Blas Piñar. Una vez disuelta FN se integró en un núcleo de acción política denominado Legión de San Miguel Arcángel. En junio de 1981 fue acusado junto con su padre de estar implicado en un intento golpista.

Un año después fue detenido por agresiones a militantes comunistas y unos días más tarde por su presunta participación en el asalto al Colegio Nacional de Estados Unidos de América en Madrid. En octubre de ese mismo año, Ricardo y su hermano Jesús fueron acusados de proporcionar a otros dos jóvenes un obús y una granada de mortero.

El 6 de junio de 1983 fue condenado a una pena de multa por un delito de estragos en grado de conspiración, por la preparación de un artefacto explosivo destinado a ser colocado en el local social de la desaparecida Unión de Centro Democrático (UCD) de Toledo. Un año antes, en marzo de 1982, había sido condenado, como autor de un delito de desacato al entonces alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván, a dos multas de 20.000 pesetas.

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