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Confianza en una pronta solución del caso de la Embajada española en Cuba

Antonio Caño

ENVIADO ESPECIALLa salida de los cuatro refugiados de la embajada de Italia y la suspensión del viaje de Fidel Castro a Perú ha hecho concebir esperanzas a los diplomáticos españoles de una próxima solución del caso de los 18 ciudadanos cubanos que actualmente encuentra protección en la embajada de España en La Habana. Los cuatro cubanos que permanecían en la residencia del embajador italiano desde el 17 de julio abandonaron su refugio en la noche del viernes en las condiciones exigidas por el gobierno cubano, es decir sin un compromiso previo de que podrán abandonar el país inmediatamente, pero con la garantía que no se tomarán represalias contraellos, según aseguró una nota oficial hecha pública ayer por la cancillería cubana. Los cuatro ciudadanos, que la nota cubana califica de personas no vinculadas al trabajo ni a ninguna actividad social constructiva, fueron devueltos a sus respectivos domicilios después de haber sido interrogados. La solución de este caso deja pendiente de un arreglo únicamente la situación de la embajada española. Un portavoz de la representación diplomática de España en La Habana comentó, sin embargo que el caso italiano "es un buen precedente que demuestra que los cubanos están dispuestos a dialogar en la búsqueda de una solución". Un funcionario cubano que no quiso ser identificado se mostró también optimista sobre el caso español, pero consideró exagerado pensar que todos los refugiados depusieran su actitud al unísono.

Esperanzas

Las esperanzas se centran actualmente en la salida de los nueve cubanos que entraron en la embajada en el último momento y de los que los diplomáticos españoles sospecharon desde un principio. Su salida, según fuentes diplomáticas, relajaría considerablemente la situación en el interior de la embajada y haría más fácil que el resto se convenciese de salir con garantías verbales de que en un tiempo razonable, y por los canales legales, podrán abandonar Cuba, condestino probablemente a España. Otro dato alentador para el enfriamiento de la tensión en las relaciones de España y Cuba hasido la reproducción ayer en el diario oficial Gramma del discurso pronunciado el jueves por el presidente Castro. En todo el despliegue de primera página que el periódico hace sobre las palabras de Castro sólo hay una mención a España -pese a que ese fue el tema central de la alocución- y esa mención es la más conciliadora y positiva de todo el discurso: "no tenemos nada contra España, nada contra el pueblo español, nada, incluso, contra el gobierno español, pero hay cosas que para nosotros son cuestiones de principios y son inaceptables". Funcionarios cubanos se han encargado en los últimos días de hacer una interpretación positiva de las palabras de Fidel Castro sobre España y han afirmado que la acusación de que el gobierno español se había hecho "cómplice del boicot del imperialismo yanqui" debe ser entendida como "una referencia a las consecuencias objetivas de las medidas adoptadas por España" y no como "denuncia de un plan preconcebido y calculado de sumarse a un complot contra Cuba".

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