El acuerdo del País Vasco excluye a los empresarios

La guerra sindical entre UGT y CC OO no existe en la comunidad autónoma vasca. Estas dos centrales llegaron a un acuerdo, en febrero pasado, con ELA-STV (Solidaridad de Trabajadores Vascos), sindicato nacionalista mayoritario en Euskadi, para el seguimiento y control conjunto del proceso electoral. El pacto incluye una convocatoria abierta de elecciones, entre el 1 de octubre y el 15 de diciembre, en las 13.693 empresas que existen con más de seis trabajadores. Según CC OO, el compromiso ha sido posible en el País Vasco gracias a una normativa autonómica que excluye del seguimiento electoral a los empresarios y reduce el papel del Ejecutivo al de simple fedatario.El acuerdo tripartito contrasta con las desavenencias surgidas en el resto de España entre UGT y CC OO por el preaviso unilateral realizado por esta última central. La aparente contradicción del pacto vasco con el enfrentamiento fuera de Euskadi y la posibilidad de romper la unidad de acción ha dado origen a interpretaciones diversas.

Jesús García, secretario de Organización de UGT de Euskadi, cree que existe una doble contradicción en la postura de Comisiones Obreras. "Por un lado", señala el representante de la central socialista, "en Euskadi firman un acuerdo generalizado y abierto mientras en Madrid promueven una convocatoria cerrada. Por otro, la estructura de CC OO en Euskadi incluye a Navarra, que sin embargo se va a ver afectada por el preaviso de Madrid".

García afirma además que su organización ha reiterado "un ofrecimiento sincero para extender el acuerdo logrado en Euskadi al resto del Estado. El preaviso de Comisiones no es, a su juicio, "el fruto de un trabajo pormenorizado, sino que lo ha hecho una empresa privada en 48 horas, retrasando al máximo las elecciones en los centros donde es previsible una victoria de UGT".

Por su parte, el secretario general de Comisiones Obreras de Euskadi, Santiago Bengoa, explica que "el acuerdo firmado en Euskadi se ha producido en un contexto particular, porque en el año 86 ya habíamos llegado a un compromiso similar con ELA". "Además", puntualiza Bengoa, "la normativa vigente en la Comunidad Autónoma Vasca ha propiciado una comisiones de control en las que no está presente la patronal, la Administración actúa sólo como fedataria del proceso, la presencia de las centrales es paritaria y las decisiones han de ser adoptadas por unanimidad. Todo esto no es posible en el resto del Estado". El máximo dirigente de CC OO en Euskadi estima sin embargo que el pacto alcanzado con ELA y UGT "no garantiza la libertad de concurrencia, ya que, al no existir una fecha prefijada para cada empresa, la central que llegue primero tendrá ventaja sobre las demás". En cuanto a la situación diferente de Navarra, Bengoa afirma que han sido los problemas organizativos de UGT los que han impedido extender el acuerdo a la comunidad foral. A juicio de Eusebio Alberdi la iniciativa unilateral de la central CC OO en el resto del Estado es "muy grave" en la medida en que afecta a empresas navarras. "Por ahí no vamos a pasar, este es un tema muy serio que Comisiones Obreras tendrá que clarificar la próxima semana, cuando responda a la propuesta de UGT a la que nosotros nos sumamos de extender a Navarra el acuerdo".