La división sindical impide que se apruebe el periodo oficial de cómputo de las elecciones

Las discrepancias entre UGT y CC OO en relación con las elecciones sindicales impidieron que ayer se aprobara el periodo de cómputo oficial, requisito necesario para que los resultados sean reconocidos a efectos de representatividad sindical. La patronal y Comisiones han pedido una nueva reunión, con carácter urgente, de la Comisión Nacional de Elecciones Sindicales para desbloquear la situación y celebrar con normalidad los comicios. Los dirigentes de UGT abandonaron la reunión de ayer porque no se aceptó su exigencia previa de cambiar la normativa electoral vigente.

La Comisión Nacional de Elecciones, que ayer quedó constituida, no pudo aprobar ningún punto del orden del día al no conseguirse los 20 votos preceptivos. La Administración y la patronal CEOE, que cuentan con 13 votos cada uno, optaron por la abstención dadas las diferencias entre las centrales sindicales.Las tres primeras horas de reunión se ocuparon en discutir la exigencia previa de UGT, consistente en proceder a un cambio de la normativa. El presidente de la Comisión y secretario general de Empleo, Álvaro Espina, cerró el debate alegando que no existía el consenso necesario y que no estaba dentro del orden del día. En ese momento los dirigentes de UGT abandonaron la reunión después de que Antón Saracíbar, secretario de organización ugetista, afirmara: "Ya o aguanto más esta farsa". Hoy la ejecutiva ugetista, en una reunión urgente, analizará la sitación creada.

Los restantes componentes de la Comisión -la Administración, la patronal y los sindicatos CC OO, ELA-STV, USO y CSIF- abordaron, ya sin la presencia de UGT, la fijación del periodo de cómputo oficial para las elecciones. No se llegó a ningún acuerdo al no prosperar la oferta de Comisiones Obreras para que las elecciones se desarrollen entre el 1 de octubre y el 15 de diciembre -para la hostelería, a partir del 15 de septiembre-. Esa propuesta contó con seis votos a favor, uno en contra y 27 abstenciones. Aunque la votacíón fue secreta, de las intervenciones se deduce que votaron sí los cinco dirigentes de CC OO y el de ELA-STV; se abstuvieron los trece representantes de la patronal, los trece de la Administración y la USO; y votó en contra la CSIF.

Búsqueda de consenso

Ante esta situación de bloqueo Comisiones Obreras y la patronal propusieron una nueva reunión, con carácter urgente de la Comisión de Elecciones. Álvaro Espina fijó como fecha tope el 10 de septiembre y antes se establecerán contactos para intentar un consenso entre las centrales.Los dirigentes sindicales se cruzaron críticas al término de la reunión y UGT acusó de "irresponsabilidad" a la Administración y a la patronal de "inhibición e ineptitud". El ugetista Saracíbar afirmó que "CC OO no quiere modificar la normativa electoral porque pretende mantener el abuso y seguir imponiendo su calendario de elecciones al resto de las centrales y José María Zufiaur describió las actuales relaciones con la otra central así: "No somos lo suficientemente modernos para entender que en plena luna de miel nos pongan los cuernos".

El representante de Comisiones Miguel Escalera dijo que "UGT confunde su estrategia electoral con la ley y pretende conseguir un traje a su medida". Su sindicato mantendrá las votaciones en las 200.000 empresas aun en el caso de que no se apruebe el periodo de cómputo oficial, con lo que los delegados podrán actuar como tales en las empresas pero los resultados globales no constarán para fijar la representatividad a efectos de la participación institucional y a la hora de distribuir las subvenciones para formación previstas en los Presupuestos Generales.