Los incendios agrícolas han subido un 85% respecto a 1989

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El consejero de Agricultura informó que el pasado fin de semana los efectivos de los bomberos de la Comunidad estuvieron trabajando al ciento por ciento de su capacidad, debido, entre otros siniestros, al incendio en la zona de La Acebeda, donde se quemaron 300 hectáreas de monte, "entre ellas 80 hectáreas de bosque con ejemplares de pinos con más de 50 años de antigüedad".

Cano explicó que este incendio, finalmente sofocado con la ayuda de 120 soldados pertenecientes a una compañía del Ejército de Tierra, tuvo un primer foco causado por la chispa de una tormenta. "Mientras se procedía a controlarlo, una de las avionetas de extinción de leona se estrelló, afortunadamente sin víctimas, y provocó un nuevo foco". Actualmente, varios retenes de vigilancia rastrean todavía la zona, situada en el extremo de la sierra norte madrileña, en el límite con Segovia, para prevenir que el fuego pueda extenderse bajo tierra y aflore de nuevo.

Enrique Echegoyen se mostró preocupado por el excesivo número de incendios agrícolas -765 desde el 15 de junio hasta el 22 de julio- cuando en ese mismo período del año anterior se contabilizaron 414 fuegos. "Estos incendios son peligrosos porque pueden acabar contagiando a zonas de bosque próximas , e incluso alcanzar a viviendas", previno Echegoyen, quien lamentó los excesivos descuidos de los ciudadanos "que arrojan colillas encendidas desde los coches o abandonan cristales rotos en el monte después de acampar". "El tema puede ser más grave, porque todavía no hemos llegado al ecuador del verano, que son las dos últimas semanas de julio y el mes de agosto", dijo Virgilio Cano.

Plan de lucha

En el plan de lucha contra incendios forestales en la Comunidad de Madrid, Infoma 90, se indica que cualquier propietario que desee quemar su terreno debe solicitar un permiso en la Agencia de Medio Ambiente (AMA), donde le informarán de todas las medidas de precaución para evitar que el fuego se extienda, tales como preparar un cortafuegos, hacerlo en días húmedos y sin viento y no abandonar el fuego hasta dos horas después de que se haya apagado. "Aunque la aplicación de este plan está teniendo bastante éxito, la incidencia de siniestros es mayor de la esperada, sobre todo en el zonas de cultivo, donde se producen incendios en cosechas con excesiva frecuencia", dijo Cano.

Los incendios de monte bajo se han mantenido parejos respecto de las cifras del año pasado. En monte alto este verano sólo ha habido un incendio aunque ha afectado a 80 hectáreas, mientrasen 1989 hubo 12 fuegos en los que ardieron nueve hectáreas.

El Infoma prevé la vigilancia especial en la llamada ruta de los pantanos, que incluye la cuenca del Lozoya y en general toda la zona de la sierra madrileña, donde se acumulan las mayores masas forestales de la región.

Este plan incluye el reparto de folletos en los que se aconseja a los ciudadanos sobre las principales medidas que previenen los incendios fortuitos, como no abandonar fuegos medio apagados, basuras o cristales que puedan hacer de lupa, así como qué hacer en caso de encontrarse con un incendio en el monte. Este plan contará, a partir de mañana, con la participación de los 74 nuevos bomberos que ayer tomaron posesíón de sus puestos en el Parque Central de Bomberos de la comunidad, en las afueras de la localidad de Las Rozas.

Virgilio Cano prometió la incorporación en un futuro cercano de otros 110 bomberos más, así como el incremento en 2.000 millones de pesetas del actual presupuesto destinado a la prevencion y extinción de incendios, que este año alcanzó los 2.800 millones de pesetas.