Uruguay teme quedar postergado en el mercado único de Brasil y Argentina

El Gobierno de Uruguay ha expresado su recelo e inquietud ante la posibilidad de quedar postergado en el mercado común que acordaron los presidentes de Brasil y Argentina, Fernando Collor de Melo y Carlos Menem, en Buenos Aires el pasado 6 de julio. El canciller uruguayo, Héctor Gross, manifestó en Montevideo la preocupación de su país por quedar al margen de los planes integradores de los dos vecinos al afirmar que "Uruguay, lógicamente, tiene que estar presente en un proceso que incide directamente en la actividad uruguaya, como es la perspectiva de un mercado común".

Uruguay teme quedar reducido a una especie de "quinta pata del banco", inquietud lógica del llamado paisito, cuando sus vecinos se organizan, para impulsar un gran espacio económico con un mercado común, que deberá entrar en vigor a partir del 1 de enero de 1995. Gross declaró: "Uruguay no puede ser un tercer Estado dentro de ese mercado. Queremos estar participando plenamente adentro y no de una manera lateral o subsidiaria".El temor de Uruguay parece fundado. En medios diplomáticos y periodísticos de Brasil y Argentina se maneja ya como eslogan el llamado ABC, siglas que incluyen las iniciales de Argentina, Brasil y Chile. Este sería el tercer país, al que se trata de incluir en el mercado común lanzado por Collor y Menem en Buenos Aires. Este proyecto se considera como la puesta en marcha de un plan histórico, para la creación de grandes espacios económicos y como respuesta concreta a la iniciativa del presidente de Estados Unidos, George Bush, de crear una zona de libre comercio desde Alaska a Tierra de Fuego.

El canciller argentino, Domígo Cavallo, ha tratado de quitar preocupaciones a su colega uruguayo. Cavallo declaró en Buenos Aires que no se trata de excluir a Uruguay y, para deshacer malentendidos, llamó por teléfono a Gross y le expresó que los planes de Brasil y Argentina desean incluir a Chile y también a Uruguay. "Todos los países de Latinoamérica que quieran sumarse a la iniciativa serán bienvenidos", declaró Cavallo.

Declaración conjunta

Mientras tanto, las diplomacias de Brasil y Argentina ya han dado pruebas de su afán de coordinarse y dar respuestas conjuntas a los desafíos que llegan de los países desarrollados y de Estados Unidos. En respuesta a la reciente cumbre de los siete grandes, las cancillerías de Brasil y Argentina han publicado una declaración conjunta como respuesta a la reciente cumbre de Houston de los siete países más ricos del mundo. La nota conjunta se interpreta como un gesto palpable de la intención de Brasil y Argentina de llevar adelante el acuerdo firmado hace 15 días en Buenos Aires de llegar a un mercado común entre los dos países a partir del 1 de enero de 1.995.La palabra eje no gusta a los diplomáticos argentinos y brasileños, por las inevitables connotaciones históricas, y prefieren hablar de tándem entre los dos países vecinos, los dos más grandes de América Latina. De hecho, Brasil y Argentina parecen haber emprendido un camino, con apariencia de irreversible, hacia una integración con coordinación de política exterior incluída. La nota conjunta, difundida al mismo tiempo en Brasilia y Buenos Aires, como respuesta a la cumbre de Houston es un hito palpable en este camino.

Tras haber logrado la transición democrática en los dos países, Brasil y Argentina parecen marchar sincronizados en la política económica con la puesta en marcha de planes de ajuste, reanudación de los pagos de la deuda externa, apertura económica, planes de desmantelamiento de empresas estatales gigantescas e ineficaces y aplicación de los principios del liberalismo económico. Fernando Collor y Carlos Menem tienen algunos puntos en común, a pesar de su diversa procedencia política. Collor viene de la derecha dura y Menem del populismo peronista, pero los dos coinciden hoy en sus políticas.

El pasado 6 de julio Collor y Menem firmaron en Buenos Aires un acta en la que acordaron: "establecer un mercado común entre la República Federativa de Brasil y la República Argentina, que deberá estar definitivamente conformado el 31 de diciembre de l.994".

En el acta los dos presidentes constatan: "la necesidad de modernizar las economías de los dos países, de ampliar la oferta y calidad de los bienes en circulación en los dos mercados y de favorecer el desarrollo económico con justicia social". Y añade en su argumentación: "la evolución reciente de los acontecimientos internacionales, en especial la formación de grandes espacios económicos, la globalización del escenario económico internacional y la importancia crucial de alcanzar una adecuada insercción económica internacional para nuestros países". Brasil y Argentina, a pesar de la crisis, parecen haber comprendido que los "signos de los tiempos" imponen la integración económica.