Semprún dice que los 'aparatos' de partido eligen a los menos inteligentes

El ministro de Cultura, Jorge Semprún, defendió ayer en Valencia la necesidad de discutir el papel de los aparatos políticos de los partidos y mostró su sorpresa por la repercusión que ha tenido la intervención del ministro de Economía, Carlos Solchaga, en el último comité federal del PSOE, en el que criticó el monolitismo de la dirección del partido. Semprún se preguntó cómo puede parecer "monstruoso" que un ministro dé su opinión en el comité federal del PSOE y señaló: "Todo aparato político es necesario para los partidos, y los partidos son necesarios para la democracia. Pero todo aparato tiene sus rutinas, como la de elegir en su seno a los menos inteligentes y más obedientes".El ministro de Cultura compartía, al hacer estas declaraciones, la mesa con el presidente de la Generalitat y secretario general de los socialistas valencianos, Joan Lerma, que escuchó sus declaraciones en actitud impasible y sin realizar comentario alguno sobre la cuestión.

Semprún, que acudió a Valencia a pronunciar una conferencia sobre el significado de los cambios en los países del Este y a presentar oficialmente el proyecto de celebrar un tercer congreso internacional de intelectuales en 1991 en esta ciudad, señaló que su opinión se produce a título personal, ya que no es militante del partido socialista ni, por tanto, forma parte de los órganos de dirección del PSOE.

"No hay que tener temor a abordar serenamente", afirmó Semprún, "lo que significa un aparato político. En opinión del ministro de Cultura, los aparatos de partido, si no se renuevan, acaban convirtiéndose en monolíticos. Semprún criticó también el Programa 2000 del PSOE. El ministro señaló: "Incluso en un texto como ese, con voluntad de innovar, no hay, a mi modo de ver, un análisis suficiente de lo que significa la economía de mercado". Semprún parafraseó una frase de Jean Paul Sartre sobre el marxismo para afirmar que la economía de mercado es el "horizonte irrebasable de nuestro tiempo", y dijo: "Las cuatro líneas del Programa 2000 sobre la economía de mercado son más de cumplido que de reflexión".