La descoordinación entre los responsables del plan de accesos retrasa la M-40

El Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU) sacará hoy a información pública el polémico cierre norte de la M40, aunque no ha advertido de su intención a la Comunidad de Madrid, con la que lleva en litigio desde hace ocho meses discutiendo hasta tres áternativas distintas. También descoordinación entre el MOPU y el Ayuntamiento de Madrid ha retrasado las obras de¡ distribuidor este. La empresa constructora quiere parar los trabajos ante la imposibilidad de seguir avanzando. El asentamiento chabolista de Los Focos, cuyos vecinos no han sido realojados por el Gobierno municipal, tapona las obras.

La M-40, un proyecto que depende del buen entendimiento entre las tres administraciones (central, autónoma y municipal), continúa sumando retrasos. El poblado chabolista de Los Focos, en Vicálvaro, uno de los asentamientos más grandes de Madrid, se ha convertido en un tapón para el distribuidor este, el tramo que une las carreteras de Valencia y Barcelona.. Su realojo, labor encomendada al Ayuntamiento en el plan de accesos, no se ha producido, y la empresa adjudicataria de la obra, Dragados y Construcciones, ha decidido que no se puede seguir adelante.Dragados ha solicitado al MOPU una suspensión temporal de la obra mientras exista el poblado con el fin de que los plazos previstos en el programa de trabajo se cumplan. La petición de paralización afecta también al enlace Barajas-Pavones, cuyos terrenos tampoco han sido liberados.

En las 40 hectáreas de Los Focos existen 210 chabolas legales -que entraron en el censo realizado en 1986 con vistas al realojo- y unas 80 ilegales, levantadas en el último año.Monte de El Pardo

Otro de los tramos conflictivos del cuarto cinturón, el que más repercusión medioambiental tiene al afectar al monte de El Pardo, acumula ya un retraso de ocho meses, tiempo que han empleado el MOPU, la Comunidad y el Ayuntamiento para no ponerse de acuerdo.

El ministerio ha decidido sacar hoy a información pública (trámite previo de cualquier proyecto en el que los particulares pueden presentar alegaciones) las tres alternativas posibles sin esperar el acuerdo con la Comunidad. El consenso existía con el Ayuntamiento, ya que ambas administraciones apuestan por la misma solución: construir un falso túnel de unos dos kilómetros bajo la tapia que delimita el monte.

Esta alternativa, de la que elMOPU está preparando una amplia difusión, cuenta con el rechazo del Gobierno regional y de la propia Asamblea de Madrid, que aprobó varias resoluciones en contra de cualquier proyecto que afectara al monte.

El Gobierno regional desconocía ayer la intención del ministerio de sacar a información pública los proyectos, propósito que tampoco se desveló en la última reunión de la comisión de seguimiento del plan de accesos.

La Comunidad de Madrid propone dos alternativas para esta zona: la primera, la utilización del eje de la avenida de Valdemarín para la construcción de una autovía semisubterránea (viales principales deprimidos y vías de servicio en superficie); la segunda opción del Gobierno autónomo consiste en un trazado paralelo a la valla de El Pardo, que supondría la expropiación y derribo de tres chalés de lujo.