Más de 3.000 huidos irán a díversos campos de la RFA
Los primeros mil refugiados albaneses que ocuparon la Embajada de Bonn en Tirana empezaron a llegar a última hora de la tarde de ayer a sus destinos provisionales en Alemania Occidental, en los campos de acogida de Heidelberg, Saarbrücken y Kasseli, procedentes de Basilea (Suiza) y tras más de 20 horas desde la localidad italiana de Rímini. Dos trenes más en los que viajaban otros 2.100 albaneses, llegaron a Basilea a media tarde. Cuatro convoyes tenían previsto distribuirlos por diferentes centros de acogida de la RFA.La estación de la localidad alemana occidental de Lórrach, al otro lado de la frontera suiza, se hallaba casi vacía en contraste con lo sucedido el otoño pasado cuando las masivas llegadas de alemanes orientales que huían del régimen comunista congregaban a centenares de personas jubilosas que recibían sus hermanos separados.
Ayer, no más de unas docenas de trabajadores de la Cruz Roja y un reducido grupo de albaneses yugoslavos que trabajan en Basilea y que se ofrecieron como intérpretes acudió a recibir a estos cansados exilados, cuya íngenuidad y esperanza supera todo lo inimaginable.
No todos ellos, sin embargo, desean quedarse en la RFA, sino que pretenden viajar a otros lugares donde existen comunidades albanesas, como Estados Unidos o Australia.
En todo caso, la mayoría desconoce casi todo sobre la sociedad occidental, más allá de lo que han podido vislumbrar a través de las emisiones de la televisión italiana. "Me gustan los alemanes", declaraba un joven sudoroso y con barba de varios días, al bajar del tren. "Me quiero quedar en Alemania porque es un país libre y con un buen nivel de vida".
El convencimiento de que el futuro les sonríe y la insistencia en que son "unos grandes trabajadores", estaba en las bocas de todos los refugiados, que retrataban el sistema albanés como "una carcel en la que se vive siempre con rniedo".
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