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LA CITA DE LOS MÁS RICOS

La queja del Tercer Mundo ante la cumbre

Líderes latinoamericanos aprovechan la reunión del G-7 para alzar la voz contra la desigualdad

JAVIER AYUSO ENVIADO ESPECIALLuis Ignacio da Silva (Lula), Cuauthémoc Cárdenas y Adalberto Carvajal, candidatos derrotados a las presidencias de Brasil, México y Colombia, respectivamente, llevaron la voz cantante en una cumbre de los pobres que concluyó cuando comenzaba la de los ricos. En un durísimo comunicado calificaban los ochenta como "la década perdida" y afirmaban que "ya es hora de que el Tercer Mundo deje de financiar el desarrollo de los países industrializados".

Esta réplica a la' cumbre anual del Grupo de los Siete no es nueva. Mientras que los poderosos celebran este año su decimosexta reunión al máximo nivel, los Populares llegan a su séptima cita. Comenzaron en Londres en 1984, y desde entonces llaman la atención de forma continuada contra la falta de respuesta del mundo occidental a los problemas del Tercer Mundo. En esta ocasión, los temas debatidos han sido tres: la necesidad del cambio real en un mundo cambiante, los problemas ecológicos y la democratización de las economías.En principio estaba prevista la presencia de un mayor número de líderes de los países subdesarrollados, pero gran parte de los invitados declinaron al final la invitación. Entre ellos, Nelson Mandela y Jesse Jackson, aun que la firma del aspirante demócrata a la presidencia de EE UU estaba presente en el comunicado final.

Lo que denuncian los delegados de esta cumbre de los pobres es que en la reunión de los poderosos se vuelve la espalda a la mayoría de los países del mundo y que sus decisiones acentúan los desequilibrios entre unos y otros. "Hasta que los países del Tercer Mundo no se hayan empobrecido del todo y puedan dirigir su propio destino no seremos capaces de crear un nuevo orden internacional realmente justo y sostenible", señala el comunicado.

Añade que la configuración de un nuevo orden económico mundial no debería ignorar las realidades sociales y económicas que afectan al Tercer Mundo. Y entre ellas destacan el continuo deterioro de las condiciones de vida en estos países, su absoluta descapitalización por las necesidades financieras impuestas por los servicios de su deuda externa y la degradación del medio ambiente por largos años de crecimiento económico incontrolado. "Estas condiciones", afirman los delegados, "están causadas sobre todo por las estructuras injustas de este mundo y los abusos e imposiciones de los países ricos y poderosos sobre los más pobres". La crítica llega hasta sus propios países, en donde, a su juicio, las élites dominantes contribuyen a incrementar las injusticias sociales y económicas "La ausencia de instituciones realmente democráticas", añaden, "han exacerbado la corrupción de las instituciones, la degradación social y medioambiental y la dependencia exterior".

El comunicado hace mención expresa a los cambios experimentados en los países del Este de Europa y a la actitud adoptada por las naciones occidentales, 11 que ensalzan el cambio como el triunfo de su doctrina y el comienzo de una nueva etapa de libertad y democracia". Actitud que los delegados critican y descalifican, mientras defienden que la caída del comunismo no debe traer consigo la pérdida de los ideales sociales e igualitarios que representaban. -

Los mayores ataques de esta cumbre paralela van dirigidos al sistema impuesto por lo3 países ricos y las organizaciones internacionales (Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial) para que los países en vías de desarrollo hagan frente al pago de su deuda externa.

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