El Parlamento de Estrasburgo aprueba hoy un proyecto de Constitución para la CE
El pleno del Parlamento Europeo aprobará hoy en Estrasburgo un proyecto de Constitución con las nuevas competencias de la Comunidad Europea (CE) tras la unión política y monetaria. La eurocámara aspira a obtener de los Doce un mandato para redactar una Carta Magna que sustituya al actual Tratado de Roma, insuficiente a pesar de la ampliación de poderes comunitarios que otorgó el Acta Única en 1987.
Los eurodiputados van más allá que los Gobiernos en las transferencias de soberanía necesarias, y reclaman verdaderos poderes de control para corregir el déficit democrático de la Comunidad. El modelo es una mezcla entre una Europa federal y una estructura confederada de Estados.El debate de hoy será una sesión de gala protagonizada por cuatro primeros espadas del Parlamento Europeo: el ex presidente italiano Emilio Colombo, del grupo democristiano; el liberal y ex presidente francés Valery Giscard d'Estaing, el laborista británico David Martin y el constitucionalista Maurice Duverger, francés, aunque fue elegido eurodiputado en Italia en la lista de los comunistas. El debate no aportará grandes modificaciones a ninguno de los cuatro informes, que cuentan ya con una aplastante mayoría a favor de la Comisión de Asuntos Institucionales, presidida por el español Marcelino Oreja.
La más atractiva de las propuestas, la iniciativa de una verdadera Constitución europea, objetivo que la eurocámara reclama desde 1984, es la elaborada por Colombo. La legitimidad democrática de la futura comunidad ha de descansar en las dos instituciones que proceden del voto de los ciudadanos: el Consejo de Ministros de la CE, en representación de los Gobiernos, y el Parlamento Europeo, elegido por sufragio universal directo.
Con la unión política y económica de la CE deben aumentar las competencias del Parlamento. Éste deberá nombrar al presidente de la Comisión Europea, que será propuesto por el Consejo Europeo (cumbre de los 12 jefes de Estado y de Gobierno). Los comisarios serían elegidos en el futuro por el presidente y no designados, como hasta ahora, por cada Gobierno, pero la Comisión Europea en su conjunto deberá obtener el voto de confianza del Parlamento.
Iniciativa legislativa
El proyecto reclama para los eurodiputados poderes de codecisión con el Consejo y el derecho de iniciativa legislativa, hasta ahora un área reservada en exclusiva a la Comisión Europea. La decisión de la cumbre de Dublín, basada en el proyecto franco-alemán, se orienta hacia una preeminencia de los Gobiernos a través del reforzamiento del Consejo Europeo, que tendría en el futuro una secretaría estable y un presidente elegido por dos o tres años. Los Doce aceptan el principio de reforzar las competencias de las instituciones comunitarias, pero defienden a la vez la necesidad de conservar el actual equilibrio de poderes, lo cuál suscita los recelos de Comisión y Parlamento sobre el alcance de la reforma.
Colombo plantea la mayoría simple como fórmula general de decisión en el Consejo, para evitar las minorías de bloqueo. La mayoría cualificada en el Parlamento sólo sería requerida para la reforma de los textos constitucionales de la CE, la elección o el voto de confianza del presidente de la Comisión y la adhesión de un nuevo Estado miembro. Los debates del Consejo de Ministros, según la propuesta, deberían ser públicos cuando tengan carácter legislativo (aprobación de directivas), y la mayoría cualificada se restringe a la futura politíca exterior y de seguridad común. Algunos Estados proponen la unanimidad o el consenso.
El informe de Giscard d'Estaing
El Informe del ex presidente francés Valery Giscard d'Estaing sobre la nueva Constitución europea tiene un carácter técnico. Trata de la aplicación del principio de subsidiariedad, entendido como la frontera que delimita la soberanía de la CE y la de cada país miembro. En la Europa unida cada Estado debe conservar las competencias que es capaz de gestionar más eficazmente solo y debe transferir todas aquellas en que una política a 12 sería más ventajosa. Este concepto es la base de la actual Comunidad, pero, para el futuro, cada cual lo interpreta de manera diferente.Mientras para la mayoría de los Doce la subsidiariedad es el camino para avanzar en la unión política y monetaria hacia una Europa federal o confederada, el Reino Unido y Portugal sostienen que ésta es la garantía para la defensa de su identidad nacional y el mantenimiento de las instituciones actuales en cada país.
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