Tensión entre los dirigentes
"Cuando estuve en Albania hace 10 días noté mucha tensión entre los dirigentes del país", declaró a EL PAÍS un diplomático occidental antes de agregar que, por primera vez, algunos funcionarios albaneses habían sido agresivos en el trato con él."Discutiendo la situación en Albania, varios funcionarios me preguntaron que podían hacer si la gente pedía cambios más rápidos". Aún antes del comienzo de la actual crisis de los refugiados, los dirigentes albaneses sentían que algo iba a suceder, peno no preveían qué. Eran sin embargo conscientes de que las reformas iniciadas despertaron unas expectativas mayores de lo que el Gobierno iba a poder cumplir.
Pocos días más tarde, los refugiados albaneses comenzaron a abarrotar las embajadas extranjeras provocando la mayor crisis internacional del régimen.
Tras la caída del régimen de Nicolae Ceausescu, la comunidad internacional esperaba que el dominó alcanzara también Albania. Sin embargo, han pasado seis meses y todavía resulta incierto si el síndrome rumano alcanzará al "país de las águilas". Si bien toda la población albanesa vio las imágenes de Bucarest, los dirigentes manipularon hábilmente la revuelta en Rumania y declararon que el pueblo se había liberado de dos dictaduras: la de Ceausescu y la soviética.
Por otra parte, en la Albania actual no parecen existir las fuerzas políticas organizadas que había en Rumania. La Rumania de Ceausescu nunca ha sido un país cerrado: el flujo libre de los turistas siempre se mantuvo.
Antes de conocerse los anuncios de ayer, se especulaba con la probabilidad de que que Tirana opte finalmente por la solución cubana: dejar salir en masa a los refugiados, descalificándoles ante la opinión pública al presentarlos como elementos manipulados desde el exterior y continuar con los cambios al ritmo originalmente concebido. En 1980, Castro dejó salir más de 100.000 cubanos y desde entonces su régimen no ha cambiado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.