Albania permitirá la salida de 15.000 ciudadanos
El Gobierno de Albania está dispuesto a facilitar rápidamente 15.000 visados y pasaportes de salida a los ciudadanos albaneses que deseen emigrar de¡ país. Unos 13.000 pasaportes se espera que sean distribuidos durante esta semana. Mientras, las autoridades negociaron ayer con las embajadas extranjeras implicadas la suerte de los 200 refugiados que aún se encuentran en sus sedes. Las negociaciones se desarrollaron también en diversas capitales europeas.
Los 200 refugiados permanecen en las embajadas de la RepúblicaFederal de Alemania (RFA), Francia, Italia, Turquía, Checoslovaquia y Hungría, entre otras España no tiene Embajada en Albania.
La primera fuga masiva de ciudadanos albaneses a las sedes diplomáticas extranjeras en Tirana se produce justo en el momento en que el Gobierno de Ramis Alla emprende los primeros pasos hacia la liberalización de la vida política y económica. Son pasos timidísimos desde el punto de vista occidental o de Europa del Este, en transformación, pero muy grandes desde la perspectiva albanesa.
Ello ha colocado al Gobierno ante un gran dilema: seguir con la apertura con mayor determinación o volver a cerrarse en un momento en que las expectativas de la población han crecido enormemente, aún sin esperar a ver los primeros resultados de los cambios iniciados. En Albania por el contrario que en otros países, no se habla de reformas.
En los próximos dos días se reunirá el Comité Central del Partido del Trabajo Albanés (comunista) para tomar las medidas concretas con vistas a los nuevos acontecimientos, informa la agencia yugoslava Tanjug. Se prevén purgas y sustituciones en el aparato político albanés, especialmente entre las filas de la infame policía secreta, el Segurimi. El Gobierno permitirá la salida de unos 15.000 albaneses, otorgándoles los pasaportes y los visados de salida, según fuentes occidentales citadas por France Presse.
Contactos
En espera de las primeras medidas del Gobierno, las sedes diplomáticas en Tirana efectúan contactos bilaterales con las autoridades albanesas para resolver el futuro de los refugiados. El martes por la noche se reunieron todos los embajadores acreditados en Tirana en la Embajada yugoslava para coordinar sus actividades.
Por su parte, el Gobierno de Tiraría parece indeciso, pues no es un secreto que la cúpula política está dividida entre las fuerzas moderadas y las dogmáticas. De ahí que, si bien las autoridades garantizan la seguridad de los refugiados y aseguran que los exiliados no sufrirán represalias si salen de las sedes diplomáticas, no hayan permitido, sin embargo, ni a los periodistas alemanes ni a los aviones militares con ayuda sanitaria para los 84 refugiados en la Embajada de la RFA aterrizar en el único aeropuerto civil de Albania, el de Tirana.
Además, la explosión de una bomba en la sede diplomática cubana, ubicada fuera del complejo diplomático en Tirana -supuestamente colocada por personas deseosas de dañar las buenas relaciones entre los dos países-, podría ser una provocación entre las diferentes facciones dentro de la cúpula del partido y el Segurimi.
Un lugar donde no hay oposición
"Desafortunadamente, no existe la oposición en Albania", explicó a EL PAÍS un intelectual liberal albanés hace una semana en Tirana, justamente debajo de una de las tres estatuas de Stalin que adornan el centro de la capital albanesa. En diciembre pasado, mientras seguía por la televisión yugoslava los acontecimientos en Rumania, este intelectual, quien por motivos obvios prefirió quedar en el anonimato, temía que los albaneses pudieran copiar la estrategia rumana. Temía porque, según opina, considerando que el 65% de la población albanesa vive en el campo, relativamente poco informada y con costumbres muy tradicionales, sin experiencia democrática alguna en su larguísima historia, cualquier demagogo queles hubiera ofrecido 100 lek de más, sin importar su ideología, hubiera ganado su confianza.Y basándose justamente en el mismo análisis, el Gobierno albanés comenzó sus cambios, primero en el campo: los campesinos obtuvieron pequeños terrenos para cultivar frutas y legumbres destinadas a la venta libre; obtuvieron dos vacas, diez corderos y otros tantos cerdos, patos y gallinas, anteriormente prohibidos como propiedad privada, y los mercados campesinos han comenzado a florecer. A pie, con burro y a caballo, las campesinas con sus atuendos tradicionales viajan largos kilómetros para vender sus productos.
Por otra parte, la población albanesa ha pasado en 45 años de uno a tres millones y más de un 50% del total tiene menos de 25 años.
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