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El 20% de los vídeos que se alquilan en España los fines de semana tiene contenido pornográfico

El 20% de los vídeos que se alquilan en España durante los fines de semana tienen contenidos pornográficos, según estimaciones de la Federación Española de Videoclubes. Por otra parte, sólo el 10% de los vídeos alquilados el resto de los días de la semana son pornográficos. Este tipo de películas está ayudando, aunque sólo en parte, a hacer menos grave la crisis que afecta al alquiler de videocasetes desde que comenzaron a emitir, hace seis meses, las primeras televisiones privadas. Por esta razón han tenido que cerrar hasta ahora en España cerca de 2.000 videoclubes.

Alfredo García Iglesias, presidente de la Federación Española de Videoclubes, ha admitido que es probable que la industria del vídeo porno esté ayudando a los videoclubes a mantenerse como se ha dicho en distintos medios de comunicación, "pero no es su principal fuente de ingresos ya que alcanza como mucho un 10% o un 12% los días de trabajo y entre un 17% y un 20% los fines de semana".Según el presidente de la federación de videoclubes, de cada 100 casetes que se exponen en las estanterías para ser alquiladas tan sólo siete son de carácter pornográfico "y no se trata precisamente de un porno duro, de animales y así, sino el normal, el que demanda el público". Las películas pornográficas suelen ser alquiladas generalmente por las parejas, aunque también existe una demanda individual, tanto de hombres como de mujeres.

García Iglesias no aporta estadísticas concretas pero señala que el consumo por géneros revela una tendencia de las mujeres a alquilar películas de terror mientras que los mayores de 50 años se inclinan por las películas del Oeste y los jóvenes prefieren los filmes de aventuras y los musicales.

El presidente de la federación de videoclubes cree que la emisión de películas pornográficas en los canales de televisión privada no afectará demasiado a los videoclubes "porque las emisiones de televisión tienen un horario fijo mientras que la película porno del videoclub se la lleva el padre de familia o los matrimonios y la ven cuando no están los niños".

Lo que sí está afectando a los videoclubes de forma genérica es precisamente la salida de las televisiones privadas. A los seis meses de haber comenzado a emitir los nuevos canales privados ya han desaparecido casi 2.000 videoclubes. "El año pasado por estas fechas" explica García Iglesias, "existían 11.500 establecimientos en toda España, y este mes de junio tan sólo había 9.700. Pero no acaba aquí el reajuste porque estimamos que otros 3.000 videoclubes están condenados a desaparecer hasta 1991".

Hasta ahora la industria del vídeo era muy boyante en España, país situado en el cuarto puesto mundial después de Estados Unidos, Reino Unido y Japón. Anualmente mueve una cifra de negocios superior a los 100.000 millones de pesetas y da trabajo a 60.000 personas.

Salir de la crisis

García Iglesias dice que la irrupción de las televisiones privadas pilló de sorpresa a los videoclubes, pero añade que la crisis no ha sido tan grave como al principio se preveía."De todos modos los 5.000 o 6.000 videoclubes que sobrevivirán tendrán que acomodarse a la nueva situación. Para ello contamos con algo que las televisiones no tienen: que podemos alquilar las películas durante el primer año después de haber sido estrenadas en las salas comerciales".

Para el presidente de la federación de videoclubes el futuro del vídeo en general es esperanzador en primer lugar porque los clientes reaccionan de una forma positiva cuando hay mayor crisis y porque en estos momentos al menos tres millones y medio de hogares españoles tienen un aparato reproductor de vídeo. Naturalmente, esta cifra está todavía muy lejos de alcanzar la de 14 millones de aparatos de televisión en color que existen en España pero la tendencia es a que todo hogar se equipe con un vídeo".

Como ejemplo inmediato y signo de una posible regeneración, García Iglesias comenta que estos días en los que se televisan los partidos de fútbol del campeonato mundial ha aumentado considerablemente el alquiler de películas, sobre todo por parte de mujeres.

Una visión mucho más negativa es la que manifiesta Juan Perona, vicepresidente de la Asociación Catalana de Videoclubes: "Estamos viviendo una caída en picado, y no sólo por culpa de las televisiones privadas sino también porque el cliente está cansado y desilusionado con los videoclubes".

Uno de los problemas que preocupa a los videoclubes es la piratería, que afecta al 20% del vídeo en España.

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